La
aplicación de la Ley de la Memoria Histórica ha propiciado el que, en los
últimos años, se hayan producido numerosos cambios en la denominación de las
calles de muchas ciudades. En algunos casos se ha aprovechado la ocasión para
retirar los nombres de personajes históricos que nada tenían que ver con el
propósito de la ley, como ocurrió con la calle dedicada a Juan de Coloma en
Barcelona.
Las antiguas placas fueron destruidas en la mayoría de las ocasiones, aunque en otras, como hemos podido comprobar, fueron llevadas a los museos. Pero, hoy queremos referirnos a las consecuencias de la unificación de criterios en la rotulación que, como en el caso de Borja, ha provocado la pérdida de las antiguas placas que tenían el indudable valor de ser testimonios de la época en que fueron dedicadas las calles.
Este
es el caso de la calle de Coloma de Borja donde una moderna placa de cerámica
de Muel vino a reemplazar a la antigua cuya huella aún se advierte en el lugar
donde estuvo situada.
Milagrosamente
se ha conservado la de la calle de D. Buenaventura Tejadas, coetánea de la
anterior, como se aprecia en su diseño, dado que ambas fueron colocadas durante
el mandato de D. Pascual Sorrosal (1942-1944).
La más
antigua de las que todavía pueden verse es la de la plaza de Ntra. Sra. de la
Peana, colocada en 1928 cuando, con ocasión de la inauguración del Rosario de
Cristal, se dio el nombre de nuestra Patrona a la que se llamaba “Plaza del
Hospital”. Era Alcalde D. Dionisio Pérez Viana.
Le sigue en antigüedad la de la plaza de Santo Domingo, colocada al inicio de la Guerra Civil, cuando ese espacio recuperó su nombre que, durante la II República había pasado a llamarse “Plaza de Pi y Margall”.
En
1953, siendo Alcalde D. Jesús Pellicer, fue colocada esta placa (que lleva la
fecha de 16-7-1953) en la antigua “Plaza de la Fuente del Barrio”, aunque se
optó por la denominación “Barrio” en lugar de “Plaza”, para darle un sentido
más amplio.
También
fue D. Jesús Pellicer quien aprobó el cambio de denominación del antiguo
“Parque Municipal” por la de “Parque de San Francisco de Borja”, aunque la
placa, que aún se conserva, se instaló durante el mandato de D. Agustín Aperte
(1955-1956).
La
última de las placas “históricas” que se han conservado es de la de la “Calle
de D. Pablo Pérez Montorio”, que le fue dedicada siendo Alcalde D. Vicente
Compans (1956-1966), junto a la de D. Pablo Pérez Montorio. Aunque ambos
nombres fueron retirados del callejero durante la etapa de D. Lorenzo Nogués,
la de D. Pablo Pérez Montorio se mantuvo, cosa que no ocurrió con la del
popular “Mosén Pepe”, cuya calle volvió a llamarse “de las Pelinas”.
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