Ayer fue la fiesta de San Agustín, uno de los Santos Padres de la Iglesia, del que se conserva en Borja este bonito lienzo en el que el Santo aparece arrodillado en una estancia con un vano con balaustrada, a través del cual puede verse un paisaje marino, con un barco navegando con sus velas desplegadas. A la derecha aparece una puerta por la que se adivinan dos personajes que visten el hábito de la orden, el mismo que lleva San Agustín, aunque se reviste con capa pluvial, propia de su condición de obispo de Hipona, mientras que en el suelo se encuentra la mitra y el báculo.
Su
cabeza está enmarcada por el nimbo de santidad, mientras dirige la mirada hacia
el rompimiento de la parte superior izquierda en el que se encuentra la Virgen
María, con túnica roja y manto azul que sostiene sobre su regazo al Niño Jesús.
Éste lleva en sus manos dos flechas, haciendo ademán de lanzar la de la derecha
hacia el corazón del Santo, mientras que la Virgen guarda una tercera flecha.
Entre
el Niño y San Agustín está escrita la frase “Sagittaveras tu Domine cor meum caritate tua” (Habías traspasado
tú, Señor, mi corazón con las flechas de tu amor) que aparece en su obra de las
Confesiones, siendo uno de sus
atributos personales el corazón atravesado por una o varias flechas, mientras
que un corazón es también el distintivo de la orden de los agustinos.
Precisamente,
en nuestra ciudad fue fundado en 1602 un convento de agustinos recoletos
descalzos que estaba situado en la actual plaza de España. Junto a él se
encontraba la iglesia conventual, derribada tras la Desamortización para abrir
la calle Nueva. Sin embargo el resto del convento se mantuvo en pie, siendo
utilizado para dependencias oficiales.
Fue
finalmente demolido a mediados del siglo XX y, sobre su solar, levantó la Caja
de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza un edificio para viviendas y su
sucursal en la planta baja.
Aparte
de las dos imágenes de Santa Rita y San Babil que comentábamos recientemente, se
conservan algunos documentos de ese convento en el archivo de nuestro Centro y
en otros archivos de la ciudad, especialmente los relacionados con su fundación
y construcción.
Debemos
recordar que allí tomó el hábito de agustino el beato fray Martín de San
Nicolás, natural de Tabuenca y martirizado en Nagasaki (Japón) el 11 de
diciembre de 1632, como recuerda una placa que el Centro colocó en la fachada
del actual edificio.
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