Hablábamos
ayer de la romería que cada 25 de agosto tiene como destino al Santuario de
Misericordia. Hoy queremos referirnos a otras que, en el pasado, tuvieron
también gran importancia.
Porque la imagen de la Virgen concitó siempre la devoción de los borjanos y de los habitantes de otros lugares de su entorno que acudía allí en determinados días o en fechas señaladas.
Una de
ellas era el 15 de agosto, día en el que todavía se celebran las fiestas del
Santuario pero más importante aún era la del 15 de septiembre, dedicada al
Dulcísimo Nombre de María. Esta fiesta fue fundada en 1772 por D. Jerónimo
Sánchez y acudían numerosas personas que compartían ese día con los
“veraneantes” habituales del Santuario para los que, en cierta manera,
constituía el fin de sus vacaciones.
En
esas fechas y, por supuesto el 25 de agosto, salían de Borja los romeros en sus
carros, a veces engalanados y otros recurrían a los taxis y autobuses
especiales que partían desde la plaza de Santo Domingo en la que, a lo largo de
toda la mañana, se formaban grandes colas, esperando encontrar plaza en algún
vehículo.
El
Centro Cultural CICAR mantuvo esa tradición y, en nuestro archivo, conservamos
imágenes de una celebrada en 1969, entra las que figura la foto de un apuesto
jinete y los juegos organizados en esa ocasión, cuyos participantes son
fácilmente reconocibles.
Pero
la romería que dejó más profunda huella fue la organizada en 1900, con ocasión
del año jubilar proclamado por el Papa León XIII. Fue preparada con gran
minuciosidad y se editaron impresos anunciándola y dando noticia de los actos a
celebrar.
Además
de las gentes que partieron de Borja, desde el amanecer, llegaron también
muchas personas procedentes de Maleján, Bulbuente, Ambel, Vera de Moncayo, El
Buste, Malón, Ainzón, Fuendejalón, El Pozuelo de Aragón, Alberite de San Juan,
Bureta, Magallón, Agón, Bisimbre, Fréscano, Mallén, Cortes de Navarra y Ablitas
con sus correspondientes estandarte. El de Ablitas aún se conserva en el
presbiterio de la iglesia. También estaba el de Borja que, hace algún tiempo
fue retirado. Los de Malón portaban la imagen de su milagroso Santo Cristo,
acompañada por 400 personas, vistiendo hábitos de penitencia.
En el
archivo Sánchez del Río, depositado en el Centro, se conserva esta fotografía
atribuida a ese día, aunque siempre nos ha planteado algunos problemas, dado
que en ella se ven algunas personas envueltas en mantas, lo que sorprende, dado
que la romería tuvo lugar el 4 de junio. No obstante, pudo ser un día no
demasiado caluroso. Pero, desde luego, no puede corresponder a ninguna otra
ocasión.
Como
recuerdo de aquel multitudinario acontecimiento el Ayuntamiento de Borja acordó dar el nombre de “Romería” a la
calleja por la que habían pasado los romeros en su camino al Santuario. Muchos
años después, fruto de una inexplicable decisión, fue eliminada del callejero,
retomando el nombre de “Calle de la Cal”. Afortunadamente el polígono allí
existente mantiene el nombre.
Otra
romería que tuvo también un gran eco, aunque por razones diferentes, fue la
organizada en 1948, con ocasión de la “restauración” de la imagen de la Virgen
por los hermanos Albareda.
Con
motivo de ella fue editado un bonito cartel que conservamos en nuestro archivo
y un díptico en el que se anunciaba el objeto de la misma: “hacer el voto
Asuncionista y en rogativa por el Papa, por la paz del mundo, por España y por
su invicto Caudillo”.
Tuvo
lugar el 20 de junio de 1948 y que hubo una clara motivación política lo
demuestra el hecho de que se hiciera coincidir con la entrega de la Medalla de
Oro de la ciudad otorgada al Ministro de Justicia D. Raimundo Fernández Cuesta
y al Consejero Nacional D. Jesús Muro Sevilla que asistieron a la misma y
pronunciaron sendos discursos.
En
honor a la verdad hay que señalar que el ministro expresó su pesar porque el
acto de la entrega hubiera tenido lugar en el marco de una celebración
supuestamente religiosa y tampoco le gustó al Sr. Obispo D. Manuel Hurtado que
presidió la celebración.
Esta
otra fotografía muestra a la multitud congregada en torno a los danzantes de
San Bartolomé que interpretaron el paloteado en la plaza del Santuario, en
fecha diferente a la habitual.
Las
fotos proceden del programa de las fiestas de septiembre de ese año en el que
se dio gran relieve a los actos políticos reproduciendo, incluso, las informaciones
aparecidas en la prensa nacional de la estancia del Ministro de Justicia en
nuestra ciudad.
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