Programa de las fiestas de Borja de 1932

 

         Teníamos fotocopia del Programa de las Ferias y Fiestas de 1932, pero no el original que hemos conseguido ahora. Fueron las segundas ferias tras la proclamación de la II República.

         Aunque no se hace constar su nombre, era Alcalde en esos momentos D. Isidro Lacleta Andía. Había accedido al cargo el 11 de mayo de 1931, al haber presentado su renuncia D. Baltasar González Ferrández que fue el primer alcalde del nuevo régimen,  aunque renunció al cabo de 23 días. Tuvo que hacerse cargo de la Alcaldía el Primer Teniente de Alcalde D. Isidro Lacleta que, el 16 de mayo, fue confirmado por elección.

         El programa era muy sencillo, un simple tríptico editado en la Imprenta de Victorino Zaro de Borja. En la portada aparecía la actual plaza de España a la que se había dado el nombre de “Plaza de la República”, como se cita expresamente.

         Los festejos respondieron al esquema habitual por aquellos años: Salida de la comparsa de Gigantes y cabezudos, acompañada por la Banda de Música Municipal, bajo la dirección de D. Miguel Compans que también ofreció dos conciertos; bailes públicos en el parque, en la citada plaza de la República y en la de Pi y Margall que fue el nombre que se le había dado a la de Santo Domingo; fuegos artificiales; y globos grotescos. Llama la atención el reparto de pan a los pobres de la ciudad en la Casa Consistorial y la entrega de premios a los niños de las “Escuelas Nacionales”.

         Entonces aún existía una plaza de toros estable en Borja y fueron programadas dos novilladas. En la primera actuó Florencio Ballesteros que era hijo del gran matador aragonés del mismo nombre, compartiendo cartel con José Gracia, el abuelo del diestro Raúl Gracia “El Tato”. En la segunda volvió a torear Ballesteros, mano a mano con Lisardo Sicilia, un novillero nacido en Monterde que entonces tenía 19 años y al que la fortuna no le acompañó en su carrera. No faltó la actuación de “El Empastre” con ese espectáculo cómico-taurino que luego sería conocido como “charlotada”. 

         Las fiestas finalizaron con la quema de una traca y una Gran Jota de Ronda “al estilo del país”. En su última página el programa incluía dos fotografías de la plaza del Mercado y del Paseo, ambas reproducciones de sendas postales.