Visita a Trasobares

         Prosiguiendo su recorrido por las localidades de nuestro entorno D. Jaime Suñer se desplazó a la cuenca alta del Isuela para conocer los monumentos que debe incorporar a su Trabajo de Fin de Máster.

         En esta ocasión le acompañó Dª. Julia Bernuz Fandós, destacada diseñadora de interiores que fue quien se encargó de realizar las fotografías en los municipios visitados: Trasobares, Calcena y Purujosa.

         En el caso de Trasobares su interés se centraba en la preciosa torre mudéjar que perteneció a la desaparecida iglesia parroquial, dado que la actual es la que fue iglesia conventual del monasterio de religiosas cistercienses que allí existió. En 2002, esta torre fue declarada “Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés” y fueron restaurados los dos cuerpos superiores. 

          Ahora se anuncia que la Diputación Provincial de Zaragoza va a asumir la rehabilitación del resto. De ahí que resulte interesante destacar algunos aspectos que deben ser tomados en consideración a la hora de acometer los trabajos, cosa que no dudamos se hará.

         Porque, en uno de sus laterales se conserva los restos del arranque de la bóveda del templo desaparecido, así como la huella en el ladrillo de lo que pudo ser la marca del trazado de esa bóveda, testimonios interesantes que habrá que mantener. 

         Entre la torre y la actual iglesia parroquial existe un solar donde se levantaba el antiguo templo, donde en completo estado de abandono hay también restos de la antigua iglesia.

         En concreto se trata del arranque de dos pilares adosados a los muros de la cabecera con sus basas y varios tambores, todos ellos en piedra. Al analizar las basas, hemos podido constatar que sus características son idénticas a varias piezas similares descubiertas en Borja que siempre habíamos considerado capiteles, como los expuestos en el Museo Arqueológico, algo que habrá que revisar a la vista de lo que comentamos.

         Como es bien sabido, Trasobares cuenta con otros monumentos dignos de ser visitados, como la citada iglesia conventual o la monumental portada de acceso al antiguo monasterio, pero el interés de Jaime Suñer se centraba, ahora, en los testimonios arquitectónicos de épocas anteriores.