sábado, 12 de diciembre de 2020

Datos interesantes del siglo XIV

 

    Revisando los trabajos publicados por la Profª. Dª. Pilar Pueyo Colomina, de la Universidad de Zaragoza, hemos releído un artículo publicado, hace años, en la revista Aragón en la Edad Media con el título “Guillermo d’Aigrefeuille, arzobispo de Zaragoza: El registro de actos comunes del año 1348”, en el que se ofrecen datos sobre varias localidades de nuestra zona, cuyo interés es especialmente notable por tratarse de una época en la que es difícil encontrarlos.


       Vamos a relacionarlos, siguiendo el orden alfabético de los municipios mencionados, advirtiendo que ninguna de las fotografías que los ilustran corresponden a la época, dado que los templos actuales fueron construidos posteriormente. Así, el 11 de octubre le fue conferida la rectoría de Agón a Pedro Andrés de Marcilla, vacante por fallecimiento del anterior rector Vicente de Gavás.


         El 23 de octubre, se confiere la vicaría de Ainzón a García Garcés de San Pedro, vacante por la muerte de su último titular Pedro Sánchez. Es curioso que García Garcés fue presentado para ese beneficio por el arcediano de Belchite y el canónigo sacristán de la Seo zaragozana.


         El 26 de octubre, se facultó al vicario de Alberite para que enterrara en el interior del templo parroquial a Nicolás de Gallur, presbítero, el cual había donado a la iglesia 200 sueldos jaqueses.


         Un escolar de Bureta, Martín Vidal, recibió licencia el 12 de diciembre para recibir la primera tonsura, con la que quedaba sometido al fuero eclesiástico y era el primer paso en la carrera eclesiástica que, a veces, no se concluía.


         Respecto a Fuendejalón hay una noticia de 24 de noviembre por la que se manda al vicario de Fuendejalón la compra de las rentas y derechos del fallecido rector de esa iglesia Domingo Melero.

         En relación con este personaje hay un dato llamativo, dado que el 10 de diciembre se da aviso a Rosendo Melero, “hijo de Domingo Melero, difunto rector de Fuendejalón” para que pagara los 230 sueldos jaqueses que había prometido entregar su padre “por la arrendación del cuarto arzobispal”.

         Poco después fue nombrado rector de la iglesia Pascasio Azlor que, hasta ese momento, había sido capellán del palacio arzobispal de Zaragoza.


         De Magallón hay datos muy interesantes, referidos a la iglesia de Santa María de Huerta, donde el 19 de diciembre se permite a los “prohombres” de la localidad construir un altar bajo la advocación de San Antonio confesor (pensamos que sería San Antonio Abad), al que habían dotado de todo lo necesario para el culto.

         Al día siguiente se dio permiso para enterrar en el interior de la iglesia que, desde luego era la que existió antes de la construcción del templo mudéjar que ha llegado hasta nosotros, los cuerpos de Jimeno Garcés de Agón, Justicia de Magallón; Sancho Rodríguez, escudero; Juan de Mallén, notario; y Antonio de Arco, que habían dotado a la iglesia con 200 sueldos jaqueses.

Por otra parte, son otorgadas licencias a Pedro Juan Guallart, el 13 de diciembre, y a Pedro Francés, para recibir las órdenes menores, tras ser haber sido ya tonsurados.


         En el caso de Mallén sí que hay restos significativos del templo que existía en el siglo XIV. Entre los datos relativos a esta localidad, el 14 de octubre se confiere el priorato de Mallén a Pedro López de Aniñón, vacante por muerte de Francisco Lemosi, al que había sido presentado por el castellán de Amposta D. Juan Fernández de Heredia, dado que era cabeza de una encomienda de la Orden de San Juan de Jerusalén. Pero Pedro López todavía no era sacerdote, por lo que tuvo que ser autorizado para que pudiera elegir a una persona que lo fuera, con el fin de que se encargara de la “cura de almas” hasta su ordenación.

         El 4 de diciembre se expide la licencia pertinente para que pueda recibir la tonsura y las órdenes menores el escolar de Mallén García Rainel.

         Aunque era vecino de Daroca, queremos mencionar el caso de Domingo Pérez de Tabuenca dada su posible relación con esta última localidad. Se señala que era un antiguo cautivo y por su situación de indigencia se le permitía pedir limosna en toda la diócesis de Zaragoza durante dos años.

         Nuestra intención al dar a conocer toda esta información correspondiente a un solo año, 1348, es para que sirva de estímulo a posibles investigadores, respecto a los que puede ofrecer el “Registro de Actos Comunes” del arzobispado de Zaragoza que, hasta el momento, no ha sido suficientemente estudiado por lo que respecta a nuestro municipios.








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