Libros y marcapáginas

            Ayer, junto a la fiesta de San Jorge, se celebró el Día del Libro que es una conmemoración a la que la UNESCO dio proyección internacional en 1995. Se eligió esta fecha porque, un 23 de abril de 1616, fallecieron Miguel de Cervantes y William Shakespeare. En realidad, Cervantes murió el 22 de abril y, aun cuando el fallecimiento de Shakespeare tuvo lugar el día 23, en aquellos momentos Inglaterra no había adoptado, todavía, el calendario gregoriano y se regía por el juliano que tenía un desfase de 10 días, por lo que de acuerdo con el calendario actual, murió el 3 de mayo. Al margen de estas precisiones, en España ya se venía celebrando desde 1930 y, en cualquier caso, constituye una ocasión propicia para favorecer la difusión de las obras escritas.

            En nuestra zona, se instalaron puestos de venta en varias localidades, entre ellas Borja y Ainzón, con la participación de las librerías existentes y notable afluencia de público de la más variada procedencia.

         

            Por otra parte, hemos recibido de la Imprenta Sancho una colección de bonitos marcapáginas que han editado para la ocasión. Uno de ellos está ilustrado con dibujos de Gloria Sánchez, en los que se enlaza la tradición del Día de San Jorge con el estímulo a la lectura, entre los más jóvenes a través del lema “Disfruta leyendo”. El resto constituye una serie, impresa en varios colores, con un poema de Hermann Hesse y fotografías relacionadas con el mundo del libro, entre ellas las cajas con los tipos de plomo con los que se componía hasta la aparición de los modernos sistemas de impresión.

            También han editado otro marcapáginas que el Ayuntamiento de Ainzón ha distribuido en la exposición organizada con ocasión del centenario de la muerte de Marcos Zapata, en el que incluye un poema dedicado “A mi país natal” con emocionados versos a su tierra, “patria mía”, de la que espera, como último consuelo, “Un sepulcro vacío y un abrazo”, aunque como es sabido murió en Madrid y allí reposan sus restos en un nicho que localizó Ana María Aznar, no hace mucho tiempo, y que ha servido para establecer su fecha de fallecimiento.