Durante
la revisión que hemos efectuado estos días de los magníficos fondos de la
colección Ojeda, hemos encontrado esta fotografía de una ermita desaparecida
del Santuario de Misericordia de Borja que, inicialmente, pensamos que se
trataba de la ermita de San José, aunque un análisis más detallado nos ha hecho
considerar la posibilidad de que nos encontremos ante el único testimonio
gráfico conservado de otra de las ermitas que allí existieron.
Porque
de la ermita de San José que estuvo situada a la salida del Santuario, en
dirección a El Buste, frente a la fuente del mismo nombre, disponemos de esta
otra imagen que ya dimos a conocer en el libro Pilares votivos, publicado en
2011. Fue derribada a comienzos del
siglo XX y, en su lugar, se levanta ahora un pilar de ladrillo que fue
construido, en plena guerra civil, a expensas de D. Miguel Andía.
Evidentemente,
el emplazamiento no es el mismo y, además, a la izquierda de la ermita se
aprecia un pilar entre los árboles, que hemos señalado con una flecha. El
catedrático y rector de la Universidad de Barcelona, D. Ramón Manuel Garriga y
Nogués, en su Historia y descripción del Santuario de Nuestra Señora de
Misericordia de Aragón, publicada en 1902, dejó constancia de las ermitas y
pilares que había en dicho lugar.
A
partir del Santuario y al inicio de la subida al monte, afirma que existió una
ermita dedicada a la Oración en el huerto, donde se veneraba una tabla que
representaba este pasaje de la Pasión de Cristo. A trescientos pasos de dicha
ermita se encontraba el pilar de la Flagelación. Le seguía, a treinta pasos, el
del Ecce Homo y, después, los de la
Coronación y la Crucifixión, separados cien pasos. El problema se plantea al
considerar que “trescientos pasos” equivalen a más de 200 metros y el pilar
señalado se encuentra a una distancia menor. Por otra parte, cuando el ilustre
profesor escribió su libro todos ellos habían desaparecido y de la ermita sólo
se conservaban ruinas.
Hay que tener en cuenta
que, en 1889, se habían instalado las cruces de piedra del actual Vía Crucis
que fue sufragado por el coronel D. Ignacio Moreno y Aranda que estaba casado
con la borjana Dª Isidra Saldaña. En agradecimiento a ese gesto, el
Ayuntamiento de Borja encargó al pintor D. Baltasar González los retratos del
matrimonio que hoy se conservan en el despacho de la alcaldía.
Es posible que la
desaparición de los antiguos pilares y ermitas, indujera a error al prof.
Garriga y que la ermita fotografiada fuera, efectivamente, la de la Oración en
el Huerto. En este caso, nos encontraríamos ante un documento gráfico de
indudable valor que sería anterior a 1889.
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