El
proceso de la reforma neoclásica que tuvo como consecuencia el estado actual de
la antigua colegiata de Santa María es perfectamente conocido, tras la
publicación por nuestro Centro de la magnífica obra de D. Javier Martínez
Molina, en la que dio a conocer los diferentes proyectos que fueron
considerados antes de acometer la actuación definitiva.
Sin
embargo, dicha reforma supuso la desaparición de buena parte del exorno
artístico del templo, de cuya importancia podemos hacernos idea, a través de
los escasos restos conservados, como esta pieza que se expone ahora en el Museo
de la Colegiata. Sabíamos que fueron destruidas obras relevantes, como el
mausoleo de la condesa de Castellflorite que estuvo ubicado en la actual
capilla del Sagrado Corazón de Jesús.
Pero,
no disponíamos de datos, salvo algunas trazas publicadas por Javier Martínez
Molina sobre el aspecto anterior del templo. Ahora, merced a un hallazgo casual
hemos podido conocer una sucinta descripción de la capilla de San Pedro, la
primera situada en el lado izquierdo del presbiterio, que en la actualidad
acoge el retablo de los Mártires y el del Corazón de María.
Ha
sido a través de las pruebas practicada, en 1644, con motivo del ingreso en la
Orden de Santiago de D. Pedro de Frías y Alberite, hijo de Melchor de Frías,
natural de Alfaro y de la ilustre borjana Dª Isabel de Alberite y Funes.
Los
encargados de realizar las pruebas preceptivas se trasladaron a Alfaro, donde
varios vecinos declararon que los Frías descendían de judíos, por lo que hubo
que preparar a nuevos testigos para que les contradijeran.
Distinta
situación se vivió en Borja, dada la importancia del linaje Alberite, pudiendo
visitar en la colegiata la citada capilla de San Pedro que era propiedad de la
familia y que describen.
En
ella se conservaba una inscripción en la que se hacía constar que había sido
edificada por D. Antonio de Alberite y Herla y su mujer Dª Juana de Funes, en
1595, en honor y gloria del príncipe de los Apóstoles.
Pero,
lo más importante es la referencia a los mausoleos allí existentes, descritos
como “dos nichos y sepulcros y bustos de mármol”, con sus correspondientes
epitafios. En uno de ellos estaban enterrados los fundadores, haciendo constar
la fecha de la muerte de Dª Juana de Funes, acaecida el 15 de febrero de 1599,
mientras no se indicaba la de su esposo. En el otro, estaban enterrados los hermanos
del fundador: D. Jerónimo de Alberite y Herla, prior de la colegiata, fallecido
el 17 de agosto de 1573; y D. Jorge de Alberite, muerto el 8 de marzo de 1578,
junto con su mujer Dª María Buono de Maribelli, fallecida el 27 de septiembre
de 1583.
Se
detallan también las armas de los Alberite que estaban en la capilla,
compuestas por castillo con león, en el primer cuartel; siete armiños, en el
segundo; un lobo arrimado a un árbol, en el tercero; y un castillo, en el cuarto.
Por
una parte, es de sumo interés esta referencia heráldica, dado que D. Carlos
Sánchez del Río sólo recogió el primer cuartel como distintivo del linaje.
Pero, aún lo es más, la constatación de otros sepulcros desaparecidos en las
obras que, probablemente, aunque se indica que eran de mármol, lo normal es que
fueran realizados en alabastro.
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