El
pasado lunes, D. Javier Bona nos remitió este pequeño dibujo, realizado por D.
Baltasar González, y que apareció publicado en la prestigiosa revista La Ilustración Española y Americana, en
el que está representada una mujer de Añón a lomos de un burro.
Inmediatamente
se lo comunicamos al Dr. D. Juan Carlos Martínez Calahorra, estudioso de la
obra del pintor borjano, quien localizó el artículo en el que se insertó el
dibujo. Fue en el número 40 de la citada revista y servía de ilustración al
artículo “La celda del poeta”, firmado con su habitual seudónimo de “Mefisto”
por el periodista zaragozano Fernando Soteras Gimeno.
Si
interesante es el dibujo no lo es menos el texto del artículo en el que relata
la visita efectuada al monasterio de Veruela en el verano de 1919, en busca de
la celda donde se alojó Gustavo Adolfo Bécquer.
Viajó
desde Borja, llegando al antiguo cenobio cisterciense a bordo del autobús que
hacía el servicio entre nuestra ciudad y Tarazona, tras un “cómodo” recorrido
de una hora de duración.
Allí
fue atendido por los padres jesuitas que se habían establecido en el monasterio
y el P. Gravalosa S. J. los llevó hasta la celda que, según él, era la que
ocupaba el P. Córdoba S. J. En ella, siempre según la información facilitada se
alojó con su esposa Casta Esteban Moreno y su hijo Gustavito, ocupando su
hermano Valeriano la celda contigua.
Según
el P. Gravalosa Gustavo Adolfo también entretenía sus ratos de ocio, pintando
como su hermano y “en una de las puertas de este monasterio dejó retratados al
baturro que va al mercado de Tarazona; una figura de mujer añonera y, con
caracteres goyescos al carbón, esquelética y horrible, una bruja del castillo
de Trasmoz”.
El
periodista zaragozano durmió aquella noche en la hospedería, siendo atendido
por “una buena mujer llamada Francisca Tejero, amable y servicial como el más
exquisito maître d’hotel”.
Esa
excelente persona era de Borja y, con su marido, tenía a su cargo la hospedería
del monasterio. Tuvieron seis hijos, el menor de los cuales fue el P. Jesús
Ballesta Tejero S. J. (1903-1936) que nació por esa razón en Veruela. De su
biografía nos hemos ocupado en diversas ocasiones, dado que tiene incoada la
causa de beatificación, por haber sido brutalmente asesinado el 8 de agosto de
1936 en la pradera de San Isidro de Madrid.
El
autor del artículo, Fernando Soteras, había nacido en Zaragoza en 1886 y murió
en San Lorenzo del Escorial en 1934, al ser arrollado el coche en el que
viajaba por un tren. Aunque se había licenciado en Veterinaria, nunca ejerció
la carrera, dedicándose al periodismo, primero como caricaturista y
posteriormente escribiendo artículos para diversos medios aragoneses y
nacionales.
Según
nos ha informado el Dr. Martínez Calahorra, el artículo que estamos comentando
había sido publicado ya el 23 de agosto en Heraldo
de Aragón, aunque es esa ocasión en lugar del dibujo de la añonera estaba
ilustrado con otro dibujo de D. Baltasar González, concretamente un detalle de
la cruz situada a la entrada que reprodujimos recientemente.
También
en La Ilustración Española y Americana,
apareció el 8 de noviembre de 1919, otro artículo de Mefisto, sobre “El
castillo de las brujas”, en el que documenta la historia de la tía Casca,
relatada por Bécquer, como un hecho real acaecido en Trasmoz en 1861, al que
siguió otro suceso similar en Añón, del que fue víctima la “tía Juanurria” que
además era parienta de la tía Casca. Concluye el articulista confiando en que “la
labor principal de la escuela, ha de ser borrar para siempre todas las inicuas
supersticiones”.
El
artículo está ilustrado con otro dibujo de D. Baltasar, en este caso un boceto
del castillo de Trasmoz, el mismo aparecido en Heraldo de Aragón el 27 de agosto de 1919, donde se publicó por vez
primera este artículo de Mefisto.
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