lunes, 22 de enero de 2018

Libros recibidos 117


         Cuadernos de Aragón que comenzó siendo una revista (tiene ISSN) hace ya tiempo que adquirió carácter monográfico, razón por la cual dispone de ISBN y hemos decidido reseñarla en el apartado de libros.
         En el último envío de la Institución “Fernando el Católico” figuraban seis números, a los que haremos referencia hoy y mañana. Comenzamos mencionado el nº 66 que lleva por título Tiempo de mudanza. La instauración de la Nueva Plana borbónica en la ciudad de Zaragoza (1707-1715), del que es autor el Prof. D. Francisco José Alfaro Pérez. Se trata de una obra en la que se analizan los cambios operados en la capital aragonesa, tras la Guerra de Sucesión y la introducción de la nueva legislación.

         Como se señala en el prólogo, la primera parte constituye, a través de gráficos y de una análisis cuantitativo, un recorrido dramático de los responsables del gobierno local por la urgencia y la necesidad de adaptarse en tiempos de gran confusión, mientras que en la segundase transcriben dos publicaciones de gran interés que recopilar la Reales Cédulas y Órdenes a partir de las cuales se llevaron a cabo los cambios impuestos.



         Directamente relacionado con el anterior es el nº 67: La Guerra de Sucesión Española (1702-1715) y su repercusión en la Heráldica Municipal Aragonesa, del que es autor un especialista en la materia, Manuel Monreal Casamayor, dado que se refiere a la misma época y es prologado por el Prof. Alfaro Pérez.
         Para nosotros, es de lectura obligada dado que aborda las consecuencias que tuvo la guerra en determinadas localidades de nuestra zona que se mantuvieron fieles a la causa borbónica. Concretamente, trata sobre los casos de Borja, Ainzón, Ambel, Bulbuente, Mallén, Tabuenca y Trasobares.
         El autor revisa los títulos concedidos a cada una de ellas, reproduciendo en algunos casos los documentos originales. A partir de ahí, estudia el tratamiento que les fue otorgado y las piezas incorporadas a su heráldica. El análisis pone de manifiesto algunos errores y el inadecuado uso en los modelos adoptados recientemente.

         Estamos por lo tanto ante una revisión seria de una cuestión que ha preocupado a otros investigadores, sorprendidos por la evidente falta de rigor que han venido observando en el diseño de determinados escudos municipales e, incluso, en los títulos de los que, en ocasiones, usan algunas localidades.



         El nº 68 lleva por título El ovino, tradición y cultura en Aragón. La Casa de Ganaderos de Zaragoza, y corresponde al discurso de ingreso de D. Antonio Sierra Pérez en la Academia Aragonesa de Gastronomía, junto con el de contestación del académico D. Isidro Sierra Alfranca, por lo que ha sido coeditado con la propia Academia y la Casa de Ganaderos, histórica institución, a cuya trayectoria alude buena parte del discurso en el que también se destaca la importancia de su archivo. Es en el último capítulo en el que se menciona el interés del consumo de carne de ovino en nuestra tierra, con el título “Cordero y ternasco, cultura en el plato”, poniendo de relieve que Aragón es con mucha diferencia donde el consumo de esta carne por habitante es el mayor de todo el territorio español.



         El Prof. D. José Ignacio Gómez Zorraquino es el autor de la obra que lleva por título: Para glorificar al rey y honrar a su clientela aragonesa: los torneos a caballo de 1630 y 1585 en Zaragoza, publicado con el nº 69 de esta serie que estamos comentando.
         El tema abordado entraña para nosotros un interés destacado, dado que ha sido objeto de atención en el reciente congreso sobre Juan de Coloma y en otros artículos, por parte de D. Javier Manero Lajusticia.
         En este libro se hace mención a los torneos celebrados en la capital aragonesa con motivo de las visitas efectuadas por Felipe II (1585) y Felipe IV (1630), en este último caso a partir de la relación que, por encargo del concejo zaragozano, escribió Bartolomé Leonardo de Argensola.

         Además de una mención a los distintos tipos de torneos caballerescos, se dan a conocer los lidiadores que participaron en los reseñados y, en este sentido, encontramos participando en el de 1630 a D. Lope de Francia y Espés, VII señor de Bureta y, en esos momentos, Jurado en Cap de Zaragoza. Por otra parte, uno de los padrinos del conde de Sástago, otro de los participantes en el torneo de 1630, fue D. Diego Jerónimo de Vera y Deza, uno de los miembros de la ilustre familia borjana de los Vera.

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