Al
comentar ayer la excursión realizada por D. Baltasar González y un grupo de
amigos, en 1888, al Moncayo, decíamos que se habían detenido en el monasterio
de Veruela, donde el artista realizó los bocetos que hoy damos a conocer.
Conviene
destacar que el tiempo invertido debió ser muy breve. De ahí el interés que
ofrecen para comprobar la manera de trabajar de D. Baltasar. El primero de
ellos es esta vista del monasterio con la cruz abacial en primer término, la
que Bécquer denominó “Cruz negra” y que él llama “La cruz de piedra”. La cruz
no había sufrido la mutilación de su remate que muchos años después fue
truncado por un rayo y rehecho.
En
otra de las hojas del cuaderno aparecen estos apuntes tomados en el claustro.
Son las columnas y capiteles de acceso a la sala capitular, una de las ménsulas
de la pared interior del claustro y un detalle de los ventanales que se abren
al espacio interior.
Junto
a los anteriores aparece este otro boceto, aunque por encontrarse pegado
dudamos de que corresponda al mismo día y, por otra parte, no podemos precisar
a qué torre pertenece. Es posible que algunos de nuestros lectores la pueda
identificar.
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