El 18
de diciembre de 1118 se puso fin, mediante la capitulación de la ciudad, al
cerco al que habían sometido a Zaragoza las tropas de Alfonso I el Batallador.
Se cumplen, por lo tanto, novecientos años de aquel acontecimiento histórico
que supuso también la reconquista de numerosas poblaciones de su entorno, entre
ellas Mallén.
Para
conmemorarlo, el próximo sábado 1 de diciembre el Prof. D. José Luis Corral
Lafuente y su hijo el también historiador D. Alejandro Corral, impartirán en la
Casa de Cultura de Mallén, una conferencia teatralizada con la compañía “Los
navegantes” que dará comienzo a las siete y media de la tarde.
El
acto se inscribe dentro de una iniciativa puesta en marcha por la Delegación de
Turismo de la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza y la Fundación Caja
Rural de Aragón que está llevando la misma conferencia por diversas localidades
de la provincia, entre las que se encuentran Alagón, Belchite, Ricla, Brea de
Aragón, Zuera, Alfajarín, La Almunia de Doña Godina, Mallén, Fuentes de Ebro,
Cariñena, Pina de Ebro y la propia capital aragonesa, tal como se refleja en el
programa que reproducimos.
A algunos les podrá parecer llamativo que,
entre esas localidades, no figure Borja, pero como comentamos el pasado 29 de
mayo, a raíz de un interesante artículo del Prof. Fatás, nuestra ciudad
continuó algunos años más en poder musulmán, dado que el último monarca de la
taifa zaragozana, amigo del Batallador, terminó asentándose en Rueda y Borja.
Hablábamos
entonces del importante papel que tuvo durante el largo período transcurrido
entre 711 y los inicios del siglo XII, tanto bajo el poder de la familia banu
Qasi, como bajo los bani Hud, monarcas de la taifa zaragozana, uno de cuyos
miembros,
al-Muqtadir (el poderoso) gobernó Zaragoza entre
1046 y 1082, en una etapa de gran esplendor. Fue él quien mandó edificar, en
las proximidades de Borja, un palacio de recreo en cuya construcción trabajaron
destacados alarifes y que, posteriormente, dio origen a la localidad de
Maleján.
Un descendiente suyo, Imad
al-Dawla, fue el último rey de Zaragoza, que tras la llegada de los almorávides
se refugió, como hemos dicho, en el castillo de Rueda y en su palacio de Borja.
Finalmente, suscribió con Alfonso I una capitulación muy ventajosa para los musulmanes,
dado que se les permitió residir en el interior de la ciudad varios años,
limitándose el control cristiano al establecimiento de una pequeña guarnición
en la alcazaba. Se aduce como una de las razones para ello el que el depuesto
monarca zaragozano había sido aliado de los cristianos en sus enfrentamientos
con los almorávides.
Aunque no se conoce con precisión el momento en
el que Borja pasó definitivamente a manos cristianas y los musulmanes salieron
del recinto murado para establecerse en un barrio construido expresamente para
ellos, se considera que no fue antes de 1122, fecha en la que nuestra ciudad
deberá conmemorar este hecho que ahora recuerdan otras poblaciones
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