Novallas |
Cualquier
investigador sabe que el manejo de las fuentes primarias es fundamental en el
proceso de una investigación, aunque la interpretación de las mismas entraña en
ocasiones algún problema, por lo que siempre es necesario contrastarlas.
Así
nos ha ocurrido con un documento localizado en el archivo de la familia Zapata,
del que parecía desprenderse la increíble noticia de que, durante un período
del siglo XVII, hubo un convento de carmelitas descalzos en Novillas. Merece,
por lo tanto, relatar lo acaecido.
Es
bien conocido que, cuando los carmelitas descalzos quisieron fundar en Tarazona
encontraron muchas dificultades, algo no excesivamente extraño cuando una nueva
comunidad pretendía establecerse en cualquier ciudad.
En la
obra Reforma de los descalços de N.
Senora del Carmen de la primitiva observancia que escribió fray Francisco
de Santa María se relata cómo, a pesar de que disponían de los recursos
necesarios para la fundación, las dilaciones experimentadas les llevaron a
pedir licencia al conde de Castellflorit, para establecerse en Novallas, “que
está a un legua de Tarazona”, donde el 6 de diciembre de 1654 tomaron posesión
de unas casas, que eran propiedad de D. Luis Alberto de la Peña, caballero de
Tarazona, situadas a la entrada de esa localidad, en las que fundaron el
convento con el título de Santa Teresa de Jesús.
Allí permanecieron
hasta 1680 cuando, a la vista de las dificultades que entrañaba, dados los
escasos recursos del lugar, donde no había ni médico ni boticario, se
trasladaron finalmente a Tarazona, no sin sufrir las penalidades derivadas de
un dilatado pleito en el que llegaron a intervenir monarcas y pontífices. Se
aposentaron primero en unas casas que les cedió el conde del Villar, donde
estuvieron veinte años hasta que finalizaron las obras del nuevo convento y su
iglesia que ha llegado hasta nuestros días, primero como parroquia y finalmente
como mero templo, aún conocido como del Carmen. Parece evidente que el convento
de Tarazona tuvo su precedente en otro fundado en Novallas del que, tras 26
años, se trasladaron a esa ciudad.
Sin
embargo, en el archivo de la familia Zapata, ahora en poder del Centro de
Estudios Borjanos, existe un expediente sustanciado ante la Real Audiencia de
Aragón por el “prior, religiosos y convento de carmelitas descalzos de la
ciudad de Tarazona”, reclamando el pago de un censo de mil sueldos jaqueses de
pensión anual, impuesto por D. José de Blancas, infanzón, y su mujer Dª. Teresa
de Angulo, domiciliados en Gallur, sobre unos campos sitos en Mallén y
Novillas.
El
censo fue impuesto el 11 de enero de 1670, año en el que, según se indica en el
documento el convento de carmelitas residía en el lugar de Novillas, desde
donde se trasladó después a la ciudad de Tarazona. Y no sólo en una ocasión
sino en varias se menciona a Novillas, como el lugar en el que se encontraba el
convento.
Castillo de Novillas |
Evidentemente,
hay una confusión entre “Novillas” y “Novallas”, pero lo llamativo es que eso
quedara reflejado en un litigio en el que entendía la Real Audiencia y que del
error no se percataran las partes litigantes. Es cierto que ello ocurría en
1759 y que el notario otorgante que era Pedro José de Burgos, escribano de
Cámara, pudiera interpretar mal lo que se le dictaba, pues en fácil confundir
ambas localidades, pero cualquier persona que se atuviera a lo expresado en el
texto que acabamos de comentar, llegara a la conclusión que el convento de
Tarazona estuvo primero en Novillas pero parece ser que no fue así y, por el
momento, los documentados en nuestra comarca son los cuatro de Borja:
franciscanos, agustinos, capuchinos y dominicos; el de franciscanos de Mallén;
y el de dominicos de Magallón.
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