Dentro del calendario litúrgico, la primera fiesta que se ha
venido celebrando en Bisimbre es la de San Antón, el 17 de enero. Frente a la
iglesia parroquial se encuentra un bonito pilar votivo, dedicado al Santo, en
torno al cual giraban ese día los animales de labranza, mientras se rezaba el
Padrenuestro. Existe también una cofradía muy antigua que lo tiene por titular,
la cual sigue celebrando su fiesta con una Eucaristía y procesión. Como en
otros lugares, existía la costumbre de encender la víspera varias hogueras en
las calles, reducidas ahora a una grande en la plaza, en la que se asan patatas
y se reparten pastas. Según se recoge en el libro sobre la Tradición oral en el
Moncayo, era tradición que los mozos “brincaran” sobre las brasas de la hoguera
y, cuando lo hacían las mozas, arrojaban unas gavillas de sarmientos, para que
las llamas se reavivaran.
El 9 de mayo es la fiesta de San Gregorio Ostiense, un Santo
que gozaba de especial veneración en diferentes localidades de la comarca, a
raíz del paso de sus reliquias, en su viaje a Valencia, con ocasión de una gran
plaga de langosta que asoló ese reino en 1754.
Junto al camino por el que pasó se levanta un pilar a él
dedicado en el que se siguen haciendo ofrendas florales. En Bisimbre, es
tradición consumir la “culeca” en esta fecha.
San Juan Bautista es el titular de la iglesia parroquial de
Bisimbre y, además, Patrón de la localidad. Aunque el retablo mayor está
presidido por un gran lienzo de la Inmaculada, San Juan aparece en el ático. Su
celebración ha quedado reducida a la Misa que tiene lugar en la tarde del 24 de
junio y a una cena popular.
Desde hace ya algunos años, lo que se celebran, en los
primeros días de agosto, son unas fiestas que tienen el carácter de “Fiestas de
Verano”.
En 1732 fue fundada una cofradía de la Virgen del Rosario
que celebra con gran solemnidad su fiesta el segundo domingo de octubre. La
víspera hay Rosario General por las calles de la población y, al amanecer, se
canta la Aurora y después tiene lugar la Eucaristía con procesión, al término
de la cual, el cofrade mayor invita a un aperitivo.
Pero la gran
fiesta de Bisimbre es la de la Inmaculada Concepción, Patrona de la localidad
esde 1650, ya que fue una de los municipios que, desde fecha tan temprana, se
sumaron a la defensa de lo que, mucho más tarde, sería proclamado Dogma de Fe
por la Iglesia.
La
víspera se enciende una gran hoguera en la plaza, en torno a la cual se
consumen los roscones bendecidos, acompañados de mistela y otras viandas.
El día 8 de diciembre, a partir de las siete de la mañana se
canta la Aurora, cuya primera estrofa dice:
Hoy presenta la Aurora
Divina
a fiesta que anuncia nuestra devoción.
A María que es nuestra Patrona,
llena de hermosura, que parece un sol.
Después
del mediodía, la imagen de la Virgen sale en procesión y se celebra una Solemne
Eucaristía en el templo parroquial. Hasta el cambio de las normas para la
recepción de la Comunión, antiguamente no se podía hacer en la llamada “Misa
Mayor” ya que, al tener lugar a mediodía, era muy difícil guardar el preceptivo
ayuno desde la medianoche, por lo que, en todas las localidades se celebrara
una “Misa de Comunión” a primeras horas de la mañana. Según nos relatan, en
Bisimbre esa misa era conocida como la “Misa de las cocineras” ya que a ella
acudían las cocineras contratadas para preparar las comidas.
Finalizamos con una referencia a las fiestas de Navidad en
las que el pilar de San Antón se ilumina como muestra esta fotografía, con el
Nacimiento a sus pies.
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