Continuamos hoy la narración del recorrido efectuado por las
calles de Ágreda, localidad declarada “Bien de Interés Cultural” en su
categoría de “conjunto artístico” y en las que se pueden encontrar sorpresas
como esta bella ventana geminada.
Ayer comentamos los recintos amurallados con los que contaba
la población de algunas de sus puertas.
Hoy ofrecemos estas imágenes de la puerta que daba acceso al barrio musulmán,
llamado “Arco de Felipe II” porque fue mandado construir por este monarca en
1573, para para conmemorar su victoria sobre los moriscos granadinos en las
Alpujarras. Sobre la inscripción campean las armas del rey.
Pero,
como decíamos, el objetivo fundamental del desplazamiento a Ágreda era el palacio
de los Castejones y su jardín. Es, sin duda, el edificio más importante de la
localidad. Construido en el siglo XVII por D. Diego de Castejón, miembro de
esta ilustre familia de la que proceden lo González de Castejón de Borja.
Cuando, en 1809,
falleció su último propietario, el V Marqués de Velamazán, quedó abandonado,
siendo destinado posteriormente a escuela, cárcel, juzgados y viviendas.
Finalmente, en 2001, el Ayuntamiento acometió su restauración para fines culturales
y, actualmente, alberga la biblioteca municipal, una sala de exposiciones y
otras dependencias.
Llaman la atención sus torres que, en su última planta, tienen
una galería de estilo aragonés, así como el gran patio central con columnas en
su planta baja y antepecho almohadillado en la superior.
El
jardín, objeto de una importante restauración, está dividido en dos espacios:
el renacentista, con setos de nudos, un
teatro vegetal, jardín de hierbas y fuente circular, y el jardín barroco,
ampliación del renacentista.
En el citado jardín de hierbas se cultivan diversas especies
que aparecen rotuladas con su nombre científico y el popular.
También una cita de la Venerable Madre sor María Jesús de
Ágreda, hija ilustre de la villa, cuando estatua se alza a la puertas del
convento de la Concepción, de religiosas concepcionistas franciscanas que fundó
y el que falleció, tras una intensa vida en la que ejerció notable influencia
en la España del siglo XVII.
Después
visitaron el parque de la Dehesa que ofrece la singularidad de tener la mayor
alineación de castaños de Indias de Europa. Allí se encuentra la llamada “Fuente
de los huevos podridos”, por el olor que desprenden sus aguas sulfurosas que
han sido utilizadas para el tratamiento de enfermedades cutáneas y digestivas.
Además de la comida, los expedicionarios tuvieron otros
momentos de descanso, como muestras las imágenes que D. Manuel García Cebrián
que pueden verse en su blog, junto con otras muchas. Entre ellas hemos encontrado
ésta imagen de un lugar que no conocíamos, a pesar de las varias visitas que
hemos efectuado a Ágreda, una localidad que aconsejamos conocer a quienes nunca
han estado allí y recorrer, con detenimiento, a todos los demás.
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