La inocentada de Panambel

         Hasta hace unos años, las inocentadas del 28 de diciembre eran algo habitual y esperado. Todos los medios de comunicación se esforzaban en preparar noticias que parecieran ciertas, con las que engañar a sus lectores. La costumbre ha decaído pues las llamadas ahora “fake news” se publican todos los días. Tampoco se estila colgar muñecos de papel en las espaldas, pero Panambel ha querido mantener la tradición ofertando en su página de Facebook una singular oferta de sus productos.

         Entre ellos este panecillo de 150 gramos para un buen afeitado diario, dándole a tu piel el mejor cuidado. Gracias a su masa madre natural tu piel, quedara suave y sin cortes.

         Muy bonitos estos marcos para fotografías. “Los tenemos de pan de espelta, multisemillas y de cebolla y ajo (tambien integral, no disponible en tienda, solo por catálogo) ¡Elige el que más te guste!

Para los amantes de la música, nada mejor que regalar esta flauta hecha a mano de pan rústico.

¿Tú amig@ invisible tiene el pelo rebelde? Os recomendamos una buena barra gallega para que su cabello siempre luzca unos estupendos rizos.

¿Todavía sin corbata para recibir el nuevo año? ¡A qué esperas! Ven a ver nuestras variedades recién horneadas.

Baguettes francesas para esas escapadas a la nieve ¡Sube al Moncayo y lánzate por las nuevas pistas de esquí que acaban de acondicionarse.

Y para los más jóvenes de la casa, un patín de pan común, con el que sus piruetas darán que hablar en toda Comarca de Borja y más allá.

         Además, todos estos preciosos regalos se entregaban perfectamente envueltos, para que todo estuviera perfecto. No cabe duda que, con ellos, ¡Triunfarás!

         Nosotros, más modestos, nos limitamos a reproducir la carta de Alfonso, en la que señalaba algunas deficiencias muchas veces comentadas, aunque alguno de nuestros lectores no hubiera leído algunos artículos anteriores. Para tranquilizarlo diremos que, en torno a esas cuestiones, ya se había tratado con quien tiene capacidad para resolverlas, recibiendo una favorable acogida y la promesa de proceder a resolver alguna de ellas, concretamente la de la lápida que está a la espera de encontrar la ocasión favorable para su colocación.