Hace pocos días, comentamos en este blog un “invento” de D. José
Luis Garde Murillo para el que, en agosto de 2008, había conseguido el
certificado de “Modelo de Utilidad”, expedido por la Oficina Española de
Patentes y Marcas del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Se trataba de un envase para perfumes que ofrecía la
particularidad de que, al envase principal, llevaba acoplado otro de menor
tamaño que podía desprenderse, facilitando su utilización en viajes o
desplazamientos cortos.
Cuando nos informó de esa iniciativa, considerada como una
curiosidad dentro de su biografía, nos comentaba que su idea había quedado
aparcada, dada la resistencia de las marcas con las que había contactado, para
modificar los envases existentes, por la complejidad que ello entrañaba.
Posiblemente, en aquellos momentos tampoco se percataran de los posibles
beneficios para el usuario.
Pero, estos días, una conocida firma (Issey Miyake) está
presentando un nuevo envase que presenta como una auténtica innovación en el
sector, para el que, como señalan, “se han necesitado cuatro años de
investigación y ajuste” y del que destaca que “no tiene precedentes en
perfumería”.
El “revolucionario” sistema consiste en que el tapón se
convierte en un envase más pequeño, fácil de transportar, por lo que lo
publicita como “formato ideal para viajar”.
José Luis Garde lo había intuido hace más de 10 años, aunque
en su caso la idea se resolvía con un pequeño frasco en la parte inferior,
mientras que el que ahora se lanza, convierte el tapón en recipiente.
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