Cartel de la recreación histórica de Borja

 

         Fue el Director de la recreación D. Benito de Ramón quien nos comunicó la aparición del cartel de la IV Recreación Histórica que, sobre “La entrada de los Reyes Católicos en Borja” se anuncia para los días 5, 6 y 7 de noviembre, tras la interrupción provocada por la pandemia, que obligó a cancelar la del pasado año y, en esta ocasión, ha hecho aconsejable el traslado a fechas posteriores a las que eran habituales.

         Comoquiera que no lo habíamos recibido, ha sido D. Ramón Andía quien nos ha conseguido este bonito cartel que tiene como protagonista a la reina Isabel y que, a juzgar por la dirección que aparece al margen, ha sido realizado por el prestigioso publicista Joan Colominas.

         Entre los logotipos que aparecen en la parte inferior (uno de ellos el de nuestro Centro) nos ha sorprendido el que parece ser el de la propia recreación, consistente en la silueta de una B, cuyos huecos vienen definidos por dos coronas reales, una abierta y otra cerrada.

Ya en un cartel anterior, para referirse a los Reyes se eligieron las piezas de ajedrez que representan a la Reina y al Rey, aunque con un diseño que no ponía de manifiesto las diferencias que comentamos.

Porque, como todos saben, en ese juego o deporte, en el diseño clásico de las piezas la que representa a la Reina está rematada por una corona real abierta, mientras que la del Rey es cerrada con la crucecita en su parte superior.

Corona Real abierta (hasta Felipe II)

Corona Imperial (Carlos V)

Corona real cerrada (Austrias y Borbones)

Corona mural (República)

 

        Lo que ocurre es que la corona real cerrada no comenzó a usarse en España hasta el reinado de Felipe II. Todos los monarcas anteriores la usaron abierta. El motivo del cambio vino determinado porque Carlos I al ser proclamado emperador utilizó la corona que por su dignidad imperial le correspondía que es, precisamente, la que timbra el escudo de Borja en la Casa Consistorial y en otros lugares. Su hijo Felipe no fue emperador pero quiso que la corona de sus armas se asemejase a la de su padre, modificando su diseño para que no se confundiera con la imperial, que no le correspondía. Desde ese momento, la corona cerrada fue identificada con la de la monarquía española, tanto por la dinastía de los Austrias como por la de los Borbones. La II República sustituyó la corona real por la mural y, tras la guerra civil, el régimen surgido de ella retomó la corona abierta, de la misma manera que se asumió, con ligeras modificaciones, el escudo de los Reyes Católicos.