Cuando recientemente destacamos la importancia de la ermita de San Miguel o de los Santos de Tabuenca, nos lamentábamos de no haber podido acceder a su interior del que, además, no teníamos imágenes. Ha sido D. Pedro Domínguez Barrios quien nos ha mandado las que realizó hace casi veinte años y su contemplación no ha hecho sino acrecentar nuestro interés por este monumento.
Como
indica Pedro, está constituido por una hermosa nave de cañón apuntado sobre
arcos fajones y testeros rectos. En la cabecera había entonces un pequeño
retablo sobre el altar de obra, que suponemos habría sustituido al original
gótico.
También existe un púlpito en el mismo lado de la escalera, así como un banco corrido a ambos lados de la nave con algún arcosolio entre los arcos fajones.
A los pies se sitúa un coro elevado formado por vigas de madera transversales a la nave, apoyado en su punto medio en un pilar octogonal, en el que asientan dos ménsulas góticas de madera, que reciben al forjado y destacan por su belleza. Se accede al coro por una escalera de fábrica en el lado de la Epístola, y se remata con barandilla de madera.
El único vano de
iluminación está en el testero del coro, en su opuesto del presbiterio hay otro
de dimensiones similares, pero cegado. Cuando Pedro visitó la ermita se podían
ver grandes manchas de humedad, provocadas por el mal estado de la cubierta.
Aunque ese problema fuera resuelto posteriormente, la importancia de este
monumento medieval que queda patente a la vista de estas imágenes, hace
aconsejable su rehabilitación integral y, asimismo, la incoación del
correspondiente expediente para su declaración monumental, al menos como “Bien
Catalogado”.
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