Tras la publicación del artículo dedicado a las recientes obras de restauración de la iglesia parroquial de Magallón, Pedro Domínguez Barrios nos ha remitido imágenes e información complementaria sobre las mismas.
Concretamente, en relación con la antigua capilla del Santo
Cristo, nos dice que se ha mejorado la solución de cubierta que tenía, mediante
la colocación de una estructura metálica
apoyada directamente en el trasdós (superficie convexa de la bóveda no vista)
de la bóveda de cañón, que soporta una cubierta curva de chapa tipo grecada,
sobre la cual se coloca una rejilla reticular de chapa tipo “tramex” para
recibir la grava de remate sin dañar la chapa; de forma que entre el trasdós de
la bóveda, y esta nueva cubierta de chapa, queda una amplia cámara de aire, que
con el paso del tiempo, ayudará a eliminar poco a poco las humedades.
No obstante, la entrada de aire a esta cámara es reducida y podría haberse optimizado elevando la nueva cubierta de chapa, y dejando una rejilla de ventilación longitudinal a lo largo de toda la longitud de la bóveda, aunque quizá esta propuesta alteraría sensiblemente la volumetría exterior de esta capilla. La recogida de agua pluvial, corre a cargo de sendos canalones longitudinales a ambos lados de la cubierta, previa impermeabilización del contacto con los muros. Los paramentos exteriores de sus muros y cúpula de media naranja han sido revocados con mortero de cal, sobre malla plástica.
En cuanto a la placeta de acceso a la
iglesia, se ha pavimentado con una solera de hormigón, dividida en pastillas
por bloques prefabricados en tonos ocre, y se le ha dado un acabado fino en la
parte central, alineado con el ancho de la escalinata. En los extremos de esta
solera lindantes con los muros de contención, se ha dejado un amplio canalón de
desagüe para las aguas pluviales, oculto con grava y, en la línea común de este
y la solera, se han colocado barandillas de protección metálicas, así como en la
rampa de acceso al templo para personas de movilidad reducida.
Respecto a la duda que planteábamos
sobre el arco que aparece bajo el muro de la sacristía que también ha sido
restaurado, opina que podría tratarse de un arco de descarga coetáneo a dicho
muro, destinado a desviar buena parte de la carga vertical del gran muro en
sentido horizontal, aliviando así a la cimentación.
En cuanto a las grietas que observamos
en una estructura aneja a la citada capilla, nos dice que allí no se ha actuado
y, en su opinión, podría pertenecer a una casa adosada, actualmente
desaparecida, que aparece en la foto que nos remite. Al margen de que esa
hipótesis sea correcta, no vemos que haya una razón suficiente para no haber
reparado esas grietas, sobre todo siendo una cuestión menor.
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