Ayer volvió a visitarnos, tras varios meses de ausencia, Dª. Teresa Bayod Monterde, con objeto de comentarnos la relación de su padre el escultor D. Ángel Bayod Usón con el pintor D. Francisco Marín Bagüés.
Francisco Marín Bagüés (1879-1961), nacido en Leciñena fue
uno de los grandes pintores aragoneses de su época. Formado la Escuela de Artes
Industriales de Zaragoza, y en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en
Madrid, residió en Roma y Florencia entre 1909 y 1912, becado por la Diputación
Provincial de Zaragoza. A su regreso a Zaragoza, fue nombrado conservador de la
sección de pintura del Museo Provincial y, en 1918, miembro de la Real Academia
de Nobles y Bellas Artes de San Luis.
Su peculiar personalidad, con diversas crisis que le llegaron
a obligar a su ingreso en un sanatorio de Reus, provocaron su alejamiento de
los circuitos comerciales durante algún tiempo, aunque su técnica pictórica no
dejó de evolucionar hacia los movimientos de vanguardia. Junto con su
especialidad como retratista, cultivó la estética regionalista y, en las obras
de su última etapa, predomina el color. Muchas de ellas pasaron a ser propiedad
del Museo de Zaragoza, en donde vivió sus últimos años.
Precisamente, la visita de Dª. Teresa Bayod
guardaba relación con la posibilidad de que en el citado museo se presente una
exposición dedicada a Marín Bagüés, ya que en nuestro Centro de conserva su mascarilla
mortuoria que le realizó Ángel Bayod.
Por otra parte, Dª. Teresa conserva el
retrato que, en 1954, le realizó a su padre Marín Bagüés con quien mantuvo una
cordial relación. Se da la circunstancia de que es una obra muy poco conocida
ya que no ha figurado en ninguna exposición ni aparece en las obras publicadas
sobre el pintor.
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