Nuestra visita a la iglesia parroquial de la Purificación de Nuestra Señora de Luceni nos ha permitido conocer, un poco mejor, sus características y las obras de Arte allí existentes. El aspecto exterior no permite entrever que el núcleo central data del siglo XIII, siendo de hecho la más antigua de nuestra zona, aunque ha sido objeto de numerosas reformas posteriores.
En concreto, la torre fue construida en
1897. De planta cuadrada y cuatro cuerpos, está rematada por un tejadillo a dos
aguas, que fue realizado en 1912.
También es moderno el acceso al templo que
fue adosado al primitivo del siglo XVI, en arco de medio punto con tres
arquivoltas, como muestra esta imagen en la que se aprecian muy bien la portada
original y el cuerpo superpuesto.
Una
vez en el interior puede verse el núcleo original del templo, construido en el
siglo XIII. Se trata de una iglesia de cabecera recta y cinco tramos con arcos diafragma
apuntados y cubierta a dos aguas. Cuando la vimos por vez primera, hace ya
muchos años, todo el interior estaba pintado de blanco. No hace mucho tiempo
fue sometida a una rehabilitación, dotándole de arrimaderos que simulan cerámica
en la parte inferior de los arcos que, a su vez, fueron decorados con peculiares
motivos decorativos.
En el siglo XX, se le añadió una segunda nave lateral que
comunica con la original mediante arcos apuntados, rasgados en el muro, y se
cubre también con arcos apuntados, remedando a los otros. Fue entonces cuando,
al parecer, se rasgaron los pilares de los arcos diafragmas, dado origen a ese
corredor lateral con el aspecto que muestra la imagen.
El elemento más relevante de su exorno
es el retablo mayor, una pieza realizada en alabastro policromado, considerada
como una muestra representativa del arte flamenco español de la primera mitad
del siglo XV, aunque de autor desconocido.
Originalmente, se encontraba en el oratorio
privado del palacio de los condes de Fuenclara, señores de Luceni, quienes en
un momento que no hemos podido precisar lo donaron a la iglesia parroquial.
El motivo central del mismo es la
Presentación del Niño Jesús en el Templo. En él, junto con el Niño aparecen
cuatro figuras que no siempre han sido correctamente interpretadas. En el centro
se encuentra la Virgen arrodillada, con manto azul, que entrega a su Hijo a un
personaje también arrodillado que lo toma en brazos y que, en nuestra opinión
es el anciano Simeón que, como relata el Evangelio de Lucas, entonó ese Nunc
dimittis que se recita todos los días en el rezo de Completas. A ambos
lados otros dos personajes que portan cirios y unos cestillos con palomas. Son
San José y Santa Ana, con las ofrendas previstas por la Ley para rescatar a los
primogénitos de Israel.
En el remate superior el Calvario y, a
ambos lados, la Anunciación con la Virgen a la izquierda, teniendo a su lado el
búcaro con las tres azucenas y, a la derecha, el arcángel San Gabriel portando
una filacteria con la salutación angélica. Todo ello bajo una estructura
arquitectónica con bóveda de crucería apoyada en finas columnas. Tanto allí
como en el guardapolvo hay escudos heráldicos que han perdido su policromía
que, de haberse conservado, nos hubiera permitido conocer algunos datos del
comitente.
Siguiendo la estructura
característica de los retablos góticos aragoneses, dispone de banco en cuyo centro
está representada una Piedad, con la Virgen teniendo en sus brazos el cuerpo de
su Hijo, acompañada por ¿San Juan? y las Santas mujeres. La reciente
restauración ha alterado considerablemente la policromía original, lo que se
hace especialmente patente en los rostros.
A ambos lados
se encuentra cuatro Apóstoles. De izquierda a derecha: San Andrés, identificado
por la cruz en aspa en la que fue martirizado; San Pablo, con la espada de su
decapitación y el libro de sus escritos; podría ser Santiago pero a San Pablo
se le suele representar junto a San Pedro que es el que aparece a continuación
con las llaves en la mano y, en el extremo derecho, San Bartolomé con el cuchillo
y el demonio a sus pies.
En el guardapolvo distinguimos a San
Antonio Abad; Santo obispo; San Cristóbal, San Jorge; Santo con perro; San
Antonio de Padua, San Lorenzo y San Juan Bautista.
El resto de retablos es de interés
menos. A ambos lados del presbiterio, en unas estructuras muy sencillas se encuentran
un Cristo Crucificado y la imagen de la Virgen de los Dolores.
Aún más sencilla es la decoración de lo
que podríamos llamar capillas entre los arcos de la nave central, dedicadas a
la Virgen del Pilar; Santa Tecla, con el león a sus pies y la Virgen del
Rosario, una imagen más interesante en un pequeño retablo romanista.
En la nave lateral y en el interior de
una urna de estilo neogótico se encuentra una imagen yacente de Cristo que, en
el inventario del SIPCA, es datada en el siglo XVII, aunque su ubicación y el
estar cubierta de ropa no permite conocer sus características.
Otros retablos existentes en
esa zona son los dedicados a San Antonio de Padua, San Pedro Mártir y San
Agustín. En este último caso, aunque la imagen está representada como obispo,
ha perdido el atributo personal que debió portar en su mano izquierda que sería
un corazón en llamas, el mismo que aparece en el sotobanco. Pero, además, hay
que tener en cuenta que San Agustín, junto con San Pedro Mártir son los
Patrones de Luceni.
Es preciso mencionar un lienzo
de la Sagrada Familia que está en el hastial de la nave lateral. En realidad, es
una doble Trinidad. En el rompimiento superior aparecen las tres Personas de la
Santísima Trinidad, el Hijo a la izquierda y el Padre a la derecha, con el
Espíritu Santo, en forma de paloma, en el centro. Abajo el Niño Jesús entre la
Virgen María y San José con su vara florida.
En el intradós de los arcos se encuentran una serie de imágenes de producción industrial: la Virgen de Fátima; Santa Lucía; la Inmaculada Concepción; y la Virgen del Carmen. Presidiendo el altar, el Sagrado Corazón y sobre una sencilla mesa San Isidro labrador.
Terminamos con esta fotografía
de la maqueta que pudimos ver en el interior del templo al que reproduce con
mucho detalle, incluyendo el retablo mayor.
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