En su última visita a Borja Dª. Teresa Bayod Monterde nos ha hecho entrega de la obra Diccionario Histórico de Autoridades Científicas de la provincia de Guadalajara, de la que son autores los doctores (en Medicina e Historia) D. Javier Sanz Serrulla y D. Antonio Herrera Casado y que ha sido publicado por Aache ediciones con el patrocinio de la Diputación de Guadalajara.
El diccionario ha sido muy bien editado, con ilustraciones y tapas duras. En él se reúnen las biografías de 90 personalidades científicas, nacidas en esa provincia o relacionados con ella que, a lo largo del tiempo destacaron en disciplinas tales como Aeronáutica, Arquitectura, Astronomía, Biología, Botánica, Farmacia, Física, Geografía, Geología, Ingeniería, Matemáticas, Medicina, Química o Veterinaria, entre otras.
Entre esos personajes los hay también
relacionados con Aragón, bien por nacimiento o porque aquí ejercieron su
profesión. Ese es el caso, por ejemplo, de D. Juan Ramón Bosqued y García
que, aunque nacido en Campillo de Dueñas (Guadalajara), ejerció como
farmacéutico en los municipios aragoneses de Fombuena, Cucalón, Mainar y
Aguarón. De esta última localidad fue “Hijo Adoptivo”. Fundador de la SAFA,
actual empresa multinacional, también colaboró en la fundación de algunas
azucareras y formó parte del consejo directivo de la CAZAR.
El darocense Pedro Ciruelo aparece
porque fue profesor de Filosofía en la universidad de Sigüenza, mientras que de
Juan Manuel Rodríguez de Luna se indica su condición de aragonés de nacimiento
(sin señalar el lugar de origen) que, en el siglo XVIII destacó como
farmacéutico, botánico y químico, desarrollando su carrera en Italia.
De D. Fernando Polo Giraldo, nacido en
Santa María de Poyos (Guadalajara) se recuerda su dilatada etapa como
catedrático de Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Zaragoza, entre
1886 y su fallecimiento en 1903.
Llevados por su entusiasmo, incluyen
también al Prof. D. Luis Gutiérrez Jodra cuya formación como Químico, completó
en el Instituto de Estudios Nucleares de la Universidad de Chicago. Su
personalidad científica es de sobras conocida pero, afirmar que “fue el hombre
clave para la introducción de la Energía Nuclear en España, siendo reconocido
unánimemente como el más adelantado experto en este tema”, quizás resulte
excesivo, olvidando a personalidades como D. José María Otero Navascués, que
dio nombre al premio que le fue concedido en 2005, o a D. Carlos Sánchez del
Río Sierra, también formado en Chicago y primer catedrático de Física Nuclear
en España.
El darocense Pedro Ciruelo aparece
porque fue profesor de Filosofía en la universidad de Sigüenza, mientras que de
Juan Manuel Rodríguez de Luna se indica su condición de aragonés de nacimiento
(sin señalar el lugar de origen) que, en el siglo XVIII destacó como
farmacéutico, botánico y químico, desarrollando su carrera en Italia.
De D. Fernando Polo Giraldo, nacido en
Santa María de Poyos (Guadalajara) se recuerda su dilatada etapa como
catedrático de Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Zaragoza, entre
1886 y su fallecimiento en 1903.
Llevados por su entusiasmo, incluyen
también al Prof. D. Luis Gutiérrez Jodra cuya formación como Químico, completó
en el Instituto de Estudios Nucleares de la Universidad de Chicago. Su
personalidad científica es de sobras conocida pero, afirmar que “fue el hombre
clave para la introducción de la Energía Nuclear en España, siendo reconocido
unánimemente como el más adelantado experto en este tema”, quizás resulte
excesivo, olvidando a personalidades como D. José María Otero Navascués, que
dio nombre al premio que le fue concedido en 2005, o a D. Carlos Sánchez del
Río Sierra, también formado en Chicago y primer catedrático de Física Nuclear
en España.
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