jueves, 30 de mayo de 2024

Pendones del reino de León


         La ceremonia de descubrimiento de la placa correspondiente al Premio de Europa Nostra, otorgado el pasado año a la consolidación de las ruinas del antiguo monasterio de San Pedro de Eslonza, nos permitió presenciar la participación de un elevado número de pendones que nos llamaron poderosamente la atención, aunque muchos de los presentes no llegamos a valorar la importancia de esa manifestación.


         Porque los pendones constituyen una de las principales señas de identidad de los concejos leoneses, hasta el punto de que, por Acuerdo 22/2019, de 11 de abril, de la Junta de Castilla y León, fueron declarados Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial.

         Aunque de origen militar, muy pronto adquirieron un carácter civil, propio de cada concejo. Aunque su empleo decayó a lo largo del siglo XIX, desde mediados del siglo pasado se asiste a una recuperación de esa tradición y hay una asociación cultural que, de alguna manera, registra y coordina el elevado número de todos los existentes, los cuales están presentes en fiestas, romerías y actos muy diversos.

 



         Tienen una altura variable, que puede llegar a alcanzar los 15 metros y el mástil es llevado por el pendonero sujeto a un cinturón o arnés, ayudado por otras dos personas que agarran los “remos”, unos cordones de algodón, sujetos a la parte superior. Las varas o mástiles están acanaladas, al parecer para aligerar el peso, que puede llegar a los 40 kilos. En la información consultada se indica que suele haber entre seis y diez acanaladuras o surcos, aunque pudimos ver otros en espiral.

 


         El paño tiene la forma de bandera farpada (con dos puntas) y esta formado por bandas de diferentes colores. Los más habituales son el rojo y el verde, pero también se emplea el azul y blanco. En esta última foto puede verse, en la parte superior de dos de ellos la llamada capelina, una especie de cucurucho de tela que cubre la unión del paño con la cruz que lo remata y con los remos.

 


         El 27 de julio de 2010, con ocasión del 1100 aniversario del reino de León, la asociación cultural antes citada, llegó a alcanzar un récord Guinnes al reunir a 143 pendones frente a la colegiata de San Isidoro y mantenerlos enhiestos durante cinco minutos. Pero, al margen de ello, lo interesante es la presencia de estos símbolos en multitud de actos, como el que presenciamos.

 

         Esta foto no es de ese acto, pero da idea de la belleza de este tipo de manifestaciones. Gradefes, es un municipio de 944 habitantes que tiene 18 pedanías, cada una con su pendón y, en su término municipal, se encuentran tres de los monasterios que visitamos: el monasterio cisterciense femenino de Santa María la Real (aún con religiosas), San Miguel de Escalada y San Pedro el Real de Eslonza.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario