domingo, 12 de mayo de 2024

Recordando a la condesa de Bureta, la heroína de los Sitios

         El 12 de mayo de 1775 nació en Gerona Dª. María Consolación Azlor y Villavicencio. Era hija de D. Manuel de Azlor, hermano del duque de Villahermosa y de Dª Petronila de Villavicencio. María Consolacion fue la menor de los siete hijos de este matrimonio noble, pero no excesivamente acaudalado.

 


         El 12 de mayo de 1794 contrajo matrimonio con D. Juan Crisóstomo López Fernández de Heredia, conde de Bureta, con el que tuvo dos hijos, Mariano de los Dolores y María Dolores. El matrimonio duró tan sólo once años ya que el 18 de septiembre de 1805, falleció el esposo, dejando viuda con 30 años de edad a la que, pasaría a la Historia con el sobrenombre de la “condesa de Bureta”.

 

         Protagonista de excepción en los Sitios de Zaragoza, su primera contribución fue la de alojar en su casa al general Palafox, tras la derrota de Tudela, al que estaba unido por lazos de parentesco. Puso a su disposición todos sus recursos y poco después creó un “Cuerpo de Amazonas” para atender a los heridos y colaborar en el suministro de víveres y municiones a los combatientes.


         Pero el carácter de la condesa queda reflejado de manera evidente en dos episodios muy significativos. En la noche del 17 de junio, armada con dos pistolas, se dirigió al templo del Pilar para incitar a todos lo que allí se habían refugiado a volver a ocupar sus puestos de combate. El 4 de agosto, volvió a dar pruebas de su valor cuando, al ser desbordadas las defensas del convento de San Francisco, hizo frente a los franceses con su carabina y después con dos cañones que emplazó personalmente, logrando frenar su avance.

 

         Pero aquellos terribles días fueron también el escenario en el que horror de la guerra se entrelazó con una historia de amor. Porque, desde comienzos de 1808, la condesa había comenzado a mantener una relación con D. Pedro María Ric, barón de Valdeolivos y Regente de la Real Audiencia. Quisieron casarse pero surgió el impedimento de que, por ser ambos contrayentes de familia noble, era preciso contar con la preceptiva Real Licencia, algo imposible estando el monarca prisionero en Francia. Por fin, María Consolación logró convencer a Palafox para que supliera ese defecto de forma, otorgando una autorización especial, con la que contrajeron matrimonio el 1 de octubre de 1808. Pudieron disfrutar de unos días de felicidad que se quebró muy pronto, dado que en diciembre se reanudó el asedio, en el que nuevamente dio muestras de su heroísmo, aunque estaba embarazada. Hay que señalar que siguió siendo conocida como “condesa de Bureta”, aunque tras su segundo matrimonio no podía utilizar este título, sino el de “baronesa de Valdeolivos”.

 

         Tras la caída de Zaragoza huyeron a Fonz y desde allí a Benabarre, desde donde emprendieron un penoso viaje hacia el sur de la península, pasando por Valencia, donde la baronesa dio a luz una niña.  El 20 de agosto de 1810 la familia embarcó en la fragata mercante El Príncipe, que les condujo a Cádiz y allí Dª María Consolación cayó gravemente enferma, a consecuencia de las penalidades sufridas.

         Al término de la guerra regresó a Zaragoza y pudo conocer a Fernando VII que le dio personalmente las gracias por su entrega y dedicación. Inmediatamente, reanudó sus actividades caritativas, centradas ahora en atender las muchas personas que, a consecuencia de la tragedia vivida, habían quedado sin recursos.



         El 4 de diciembre de 1814, mientras asistía a Misa en la iglesia de San Cayetano, se puso de parto. Tras muchas complicaciones dio a luz a un niño que nació muerto. Las manipulaciones a las que se sometió en tan difícil alumbramiento le provocaron una sepsis puerperal, a consecuencia de la cual falleció el 23 de diciembre de 1814, siendo enterrada en la iglesia de San Felipe y Santiago, donde hay una placa dedicada a su memoria.

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