Desde Madrid, la imprenta que ahora se encarga de editar nuestras publicaciones nos había comunicado que nos enviaba un palé con la obra de Guillermo Carranza sobre el Patrimonio Hidráulico de la cuenca del río Huecha, la primera de las que vamos a publicar este año. Mientras recorríamos la comarca con nuestros visitantes, la empresa transportista nos informó telefónicamente de que había dejado los libros en la Casa de Aguilar.
Al volver, vimos el “paquete” de un
tamaño superior a lo que cabría esperar y con una buena cantidad de etiquetas “Muy
frágil”. Ya nos sorprendió que el libro de Guillermo fuera tan delicado como para
merecer tal número de avisos.
Pero, la sorpresa fue mucho mayor al
comprobar que, en el interior, lo que había era un armario frigorífico, en
lugar de los libros. Tras ponernos en contacto con todos los intervinientes en
la cadena logística, al final hemos podido saber que los libros se encontraban
en Valencia, lo que incrementó nuestra preocupación, ante el temor de que el
dueño del armario que había llegado a Borja, los hubiera hecho arder como una
falla. Nos dicen que no, que llegarán algún día, como esperamos que ocurra,
dada la avanzada tecnología utilizada por la empresa transportista para evitar
que pierdan los envíos.
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