La
Agrupación Cívica Áncora para la Conservación del Patrimonio, de San Sebastián,
ha recabado nuestro apoyo en la campaña emprendida para intentar salvar el
Palacio Bellas Artes de esa ciudad, a la que se han sumado ya más de 10.000
personas y entidades, entre ellas Hispania Nostra, que ha incluido al edificio
en su “Lista Roja”.
El
edificio fue construido en 1914, por iniciativa de D. Vicente Mendizábal
Urretavizcaya, como sede de uno de los primeros cines estables que se
levantaron. El autor del proyecto fue el arquitecto D. Ramón Cortázar Urruzola
quien resolvió con brillantez el reto al que se enfrentaba, por las
características del solar, inspirándose en otras salas europeas, especialmente
en el Gaumont-Palace de París. De indudable carácter monumental, el edificio
levantado en cinco meses, merced al empleo de hormigón armado, su ubicación
entre las calles de Urbieta y Prim lo convirtió en uno de los referentes
arquitectónicos del ensanche donostiarra.
Durante
muchos años fue un referente para la vida cultural de la ciudad, no sólo como
sala de proyección, sino también por haber sido la sede social del Orfeón
Donostiarra, entre 1915 y 1977, así como el lugar de nacimiento de la Orquesta
Sinfónica de Euskadi.
Estas
circunstancias y sus propios valores arquitectónicos incidieron para que el
Plan General de Ordenación Urbana de 1995 le otorgara el máximo nivel de
protección y su inclusión en el Inventario Provisional del Patrimonio Histórico
Arquitectónico del Gobierno Vasco. Por otra parte, pueden encontrarse
referencias al mismo en numerosas publicaciones sobre Arquitectura y
Patrimonio.
Clausurado
hace treinta años, se ha visto sometido a un lento proceso de deterioro. Pero
la mayor amenaza para su supervivencia se ha suscitado ahora, cuando el
ayuntamiento de la ciudad ha manifestado su voluntad de retirar su protección y
permitir el derribo del mismo para construir, al parecer, en su solar un hotel
de seis plantas con 92 habitaciones.
Ante
esta circunstancia Áncora ha puesto en marcha una iniciativa para salvar un
edificio vinculado, desde sus inicios, al Cine que, curiosamente, es una de las
expresiones artísticas más vinculadas a la ciudad de San Sebastián, sede de un
prestigioso festival internacional y de la Filmoteca Vasca.
Desde
aquí, queremos manifestar nuestra apoyo por entender que la defensa del
Patrimonio Cultural nos afecta a todos, por ser un problema común que supera
los límites de nuestras propias localidades y, por eso, de la misma forma que
ayer llamábamos la atención sobre el Patrimonio Arquitectónico de Magallón, hoy
lo hacemos a favor de este singular monumento donostiarra, uno de los escasos
cines, anteriores a la I Guerra Mundial que se conservan en Europa.
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