Brillante arranque de las fiestas de Magallón

            A la una de la tarde de ayer, dieron comienzo las fiestas de Magallón con un brillante acto en la plaza del Mercado, ante las numerosas personas allí congregadas. Bajo la fachada de la Casa Consistorial, engalanada con tapices con el escudo de la villa, se encontraban los gigantes de Agón y Épila, como testigos de la presentación del nuevo gigante de la comparsa de Magallón.

            En primer lugar, hicieron su aparición en la plaza las Reinas y Reyes infantiles, seguidos por las Reinas de las Fiestas, todos ellas impecablemente vestidas de largo, con trajes blancos, pasando a ocupar un lugar preferente en las escaleras de acceso a la Casa.

            Seguidamente, hizo uso de la palabra el Sr. Alcalde, D. Víctor Manuel Chueca Rodríguez, que estaba acompañado por los miembros de la Corporación municipal. Resaltó la importancia de este acontecimiento que revestía un especial significado, pues a su condición de inicio de las fiestas, unía el reconocimiento expreso a diferentes personas que, con su esfuerzo y trabajo, habían contribuido al engrandecimiento de Magallón.

            Poco después era presentado el nuevo gigante de la comparsa que lleva por nombre “Amadeo”, en el que se ha querido recordar a una persona muy querida en la villa que trabajó durante muchos años en el Cine Marina. A partir de ahora, será el compañero de “La Toribia”, aunque muy pronto se le unirán nuevos gigantes, como anunció el Sr. Alcalde quien, asimismo, citó a todas las personas que han intervenido en su diseño y elaboración.

            Otra persona homenajeada fue D. Basilio Laborda, funcionario municipal recientemente jubilado, al que se hizo entrega de una placa conmemorativa.

            Como había puesto de manifiesto el Sr. Alcalde, se quiso rendir un especial tributo de admiración y reconocimiento a “los hombres y las mujeres que, desde la Institución Municipal, siendo concejales y concejalas, habían trabajado en aras del progreso y el desarrollo de Magallón”. Por ello, los actuales concejales impusieron el pañuelo de las fiestas a muchos de los que les habían precedido y algunos familiares de los que ya no estaban presentes.

            Especialmente emotiva fue el canto del “Somos” de José Antonio Labordeta, magistralmente interpretado por José Antonio Laza, acompañado a la guitarra por Antonio Ballesta.

            Tras desear a todos unas felices fiestas, el Alcalde cedió el testigo a los pregoneros de este año: D. Jerónimo Navarro Manero y D. Juan José Bona Brocate, dos exalcaldes que, en sus personas, sintetizaban el sentido de la ceremonia.

            Ambos pronunciaron unas sentidas palabras, recordando D. Jerónimo Navarro su acceso a la Alcaldía en las primeras elecciones, tras la aprobación de la Constitución y el trabajo llevado a cabo en aquellos momentos. D. Juan José Bona dedicó un especial recuerdo al que fuera su Primer Teniente de Alcalde, D. Fermín Soto, haciendo referencia al hecho de haber dedicado más de la mitad de su vida al servicio de Magallón, como Concejal, Alcalde y Diputado Provincial.

            Juntos procedieron al lanzamiento del chupinazo, siéndoles impuesto seguidamente el pañuelo correspondiente por D. Víctor Manuel Chueca.

   

            También recibieron un precioso recuerdo, consistente en una bonita acuarela de Marta Soto Paciencia con una vista de la localidad y una cariñosa dedicatoria en la que se hacía constar “Gracias a tu trabajo como Alcalde, Magallón es un municipio mejor en todos los ámbitos”.

            Tras la “foto de familia”, Reinas y Reyes ocuparon las carrozas dispuestas al efecto para participar en la cabalgata que recorrió diferentes calles de la población.

            Con ellas desfilaron comparsas de diversas peñas y la charanga “Rivas Cor”, siendo digno de ser destacado el grato ambiente que pudimos disfrutar, en el marco de una jornada festiva y modélica, por muchas razones.

            Todavía pudimos ver los preparativos para la comida que, a las 15,15, iba a tener en la plaza de la Constitución, en la que se ofertaba un estofado de toro de lidia o pollo a la chilindrón, cocinados en una carpa contigua.

            Espectacular comienzo de unas fiestas en una localidad donde, por cierto, también nos llamó la atención el que, junto a los colores de la villa y de Aragón, aparecían, tanto en tapices como en gallardetes, la bandera de España, algo que no es muy habitual en nuestros días.