En 1992, el
Centro de Estudios Borjanos publicó una obra, dedicada a la historia de los
nombres de las calles de Borja, cuya portada se ilustraba con tres antiguas
placas instaladas en el siglo XIX.
Porque,
aunque las vías públicas siempre tuvieron nombre, el fijarlos en rótulos, para
general conocimiento, tiene su origen en una Real Orden de 27 de junio de 1861
que obligaba a ello, así como a numerar las viviendas de cada calle. A pesar de
ello, en Borja no se llevó a cabo hasta 1868, año en el que está documentada la
primera adquisición de azulejos, blancos y con una orla en azul, el mismo color
utilizado para el nombre.
Casi
25 años después, hemos vuelto a recorrer todas las calles, fotografiando sus
rótulos, con el propósito de recabar datos para ampliar aquel libro, con las
nuevas incorporaciones que, desde entonces, se han producido en el callejero
borjano.
De
aquellos rótulos históricos sólo hemos encontrado dos, los correspondientes a
la plaza del Mercado y a la calle de la Concepción, aunque en este último caso,
hay también otros más modernos. Es posible que se hayan conservado más, pero no
los hemos encontrado, por el momento.
Los
que sí se conservan son los correspondientes a la iglesia de la Concepción, a
la colegial de Santa María y a la puerta de San Francisco, aunque algunos de
ellos están bastante deteriorados.
Posteriormente,
en función de las circunstancias históricas y los acuerdos municipales se
dieron nombre a otras calles, utilizando rótulos de diferente tipología, de los
que únicamente hemos encontrado las “reliquias” que reseñamos.
Una
de ellas es la placa, realizada en metal azul, con la que en 1928 fue dedicada
a la patrona de Borja, la plaza situada junto a la colegiata. Este
acontecimiento se hizo coincidir con la inauguración del Rosario de Cristal. De
características similares era la de la plaza de Aguilar, colocada en 1906 y
retirada no hace mucho tiempo.
De
las dedicadas a honrar la memoria de determinados personajes borjanos se
conservan, milagrosamente, la de la calle de D. Buenaventura Tejadas, colocada
en 1941, y la de D. Pablo Pérez Montorio, de la década de los años 60 del
pasado siglo.
También
se mantienen la del parque de San Francisco, instalada en 1955 y la que, en
1953, dio el nombre de “Barrio de Ntra. Sra. del Carmen” a un sector de la
población.
También
puede ser considerada “histórica” la de la plaza de Santo Domingo, aunque la
original fue destruida durante la II República y la actual se instaló tras la
Guerra Civil.
Al
margen de las retiradas, como consecuencia de cambios de denominación, muy
discutibles en algunos casos, fueron retiradas de manera innecesaria, las de
calle de Coloma y la de Goya. En este último caso se trataba de un testimonio
histórico, pues respondía al homenaje tributado al gran pintor aragonés, en
1927, en el centenario de su fallecimiento. Algo parecido ocurrió con la
avenida de Ramón y Cajal, cuya lápida fue descubierta, en el marco del homenaje
nacional dedicado al Premio Nóbel, con ocasión de su jubilación como
catedrático de la Universidad Central, en 1922.
A
partir de lo comentado, debemos indicar la notable variedad de placas que hemos
encontrado. Algunas de ellas, recuerdan el modelo primitivo. Entre ellas las
que fueron realizadas, en su momento, por el Taller Escuela de Muel de la
Diputación Provincial de Zaragoza, aunque hay otras, en cierto modo similares,
que fueron fabricadas por Cerámicas El Pilar de Magallón.
En
Muel se fabricaron otras series que, a diferencia de la anterior, tiene una
orla azul recta. Se diferencian entre ellas, por la mención de responsabilidad
que aparece en el ángulo inferior derecho de cada azulejo.
También
de Muel son otras más sofisticadas, de seis azulejos, que incluyen el escudo de
la ciudad y que son relativamente recientes.
El
escudo de Borja aparece también en las placas correspondientes a las calles de
la Urbanización “Peñas de Herrera”, realizadas por L. Mora, que fue también
quien fabricó algunas muy recientes, como la de D. José María Castellot. En ambos casos, por
iniciativa privada.
En
el caso de esta plaza de la plaza de Ntra. Sra. de la Peana, que coexiste con
la histórica, aparece otro fabricante, Boix S. L. y también incorpora el
escudo.
En
esta recopilación que no pretende ser exhaustiva, aun podemos aportar otros
modelos de origen incierto, que aportan nueva variedad al reportorio.
En
estos momentos, van a ser colocados algunos rótulos pendientes de instalar y,
al término de esos trabajos, podemos completar el estudio que estamos
efectuando en el que, además de reunir datos sobre el origen de las nuevas
denominaciones, pretende contribuir a corregir algunas deficiencias observadas
en el emplazamiento de algunas placas.
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