Si
preguntáramos a la mayor parte de los ciudadanos de Borja sobre los parques
existentes en nuestra ciudad, es probable que nos citaran el parque de San
Francisco, el más antiguo de los que existen y que, por sus dimensiones y
características, es el más importante de todos.
El
lugar en el que se ubica era conocido con el nombre de La Graciel y fue adquirido
a D. Julián Guallart Torres por el M. I. Ayuntamiento de Borja el 11 de julio
de 1936, siendo Alcalde D. Baltasar González, con el propósito de crear un
parque.
Lógicamente,
hubo que esperar al término de la Guerra Civil para materializar el proyecto,
aunque se retomó muy pronto, ya que el diseño fue realizado en 1939 por D.
Adolfo Gracia Ruiz, jardinero del ayuntamiento de Zaragoza. En la primavera de
1940 comenzó la plantación del mismo, labor que realizó el jardinero local D.
Victoriano Huerta Tejadas que, durante 37 años se encargó de su mantenimiento.
En
1942, siendo alcalde D. Pascual Sorrosal Fanlo se levantó en el centro del
parque, entonces en proceso de construcción, un kiosco destinado a bar, cuya
imagen original se aprecia en alguna fotografía de la época y que, tras
diversas remodelaciones se mantiene con el aspecto actual, muy diferentes del
proyecto inicial.
El
parque, al que en 1954 se le dio el nombre de San Francisco de Borja, fue una
de las grandes obras realizadas durante aquella época y, desde el primer
momento, se convirtió en motivo de legítimo orgullo para todos los borjanos,
por la belleza del mismo y la calidad del trabajo realizado. De hecho, era un
pequeño jardín botánico en el que, cuando el Centro de Estudios Borjanos
publicó, en 1987, la Guía elaborada por María Antonia Sánchez Sanz y José
Manuel Quintana, todavía conservaba cerca de 50 especies de árboles. Tras un
proceso de abandono, fue remodelado en la pasada legislatura, por iniciativa de la Concejala responsable Dª Ana Tejero Almagro, recobrando buena
parte de su antiguo esplendor y, en estos momentos, existe el proyecto de
volver a plantar algunos de los tipos de árboles que desaparecieron, rotulando
cada especie para que tengan un valor educativo.
Formando
una unidad con el parque, se encuentra el Paseo Valentín Ruiz Aznar, denominación
aprobada, en 1985, siendo Alcalde D. Luis María Garriga Ortiz, con el propósito
de honrar la memoria del ilustre músico y compositor borjano que fue Maestro de
Capilla de la catedral de Granada, ciudad en la que falleció.
Este
paseo tiene su origen en el que, con el nombre de “Paseo de invierno” había
sido creado en 1858 y reacondicionado en 1889, con ocasión de la inauguración
de la estación del ferrocarril de Cortes a Borja. Entonces era conocido como “Paseo
de la Carrera” y contaba con grandes árboles, como se puede ver en fotografías
de la época que hemos reproducido en este blog.
Durante
la I República se le dio el nombre de “Paseo de la República Federal”, denominación
efímera, al igual que la de “Paseo de Calvo Sotelo” que recibió tras la Guerra
Civil, ya que en 1954, siendo Alcalde D. Jesús Pellicer Bernal, fue rebautizado
con el nombre “Víctor Pradera”, algo que pasó desapercibido, pues nunca se
instalaron las correspondientes placas.
Al
pedir información sobre otros parques, es probable que algunos nos citaran el “Parque
de las Bodegas”, un espacio verde situado en el monte de la Corona, bajo las
bodegas de Poniente pues, aunque carece de rótulo, dado que suele ser escenario
de algunos actos, como ha ocurrido recientemente en las pasadas fiestas de San
Bartolomé.
Pero
en Borja hay otros dos parques, perfectamente rotulados, que suelen pasar
desapercibidos, salvo para las personas que viven en su entorno o transitan por
esas zonas. Uno de ellos es el “Parque José Antonio Labordeta” que está situado
en el espacio existente entre el Pabellón Polideportivo Municipal y la
Residencia de Pensionistas. Recibió esa denominación siendo Alcalde, en su
primera etapa, D. Eduardo Arilla Pablo, en homenaje al conocido cantautor y
político aragonés.
Mucho
más importante, por sus dimensiones e instalaciones con que cuenta, es el “Parque
3 de abril”, situado en uno de los extremos interiores de la Urbanización “Peñas
de Herrera”. El nombre que le fue adjudicado, siendo Alcalde D. Eduardo Arilla
Pablo, viene a recordar la fecha del 3 de abril de 1979 en la que se celebraron
las primeras elecciones municipales, tras la aprobación de la Constitución. De
esta forma se conmemoró el XXX aniversario de aquel acontecimiento.
Este "desconocido" espacio cuenta con una zona de juegos infantiles e, incluso, con un
pequeño campo de fútbol, así como amplios paseos y arbolado suficiente en
proceso de crecimiento.
En
otro extremo de la misma urbanización existe también otra zona ajardinada de
menores dimensiones que no tiene denominación, pero que, por sus
características, podría tenerla.
Son,
por lo tanto, cuatro los parques existentes en el casco urbano de Borja que,
por otra parte, dispone dentro de su término municipal de lugares tan
relevantes como toda la zona de pinares del Santuario de Misericordia y la
Muela Baja, junto con espacios tan relevantes como la Estanca o las orillas del
Huecha.
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