El
14 de mayo de 2015, con motivo de una visita efectuada a Albarracín, publicamos
un artículo sobre los miembros de la familia Borja que habían sido obispos de
esa sede, a lo largo de la historia. Dimos a conocer asimismo este magnífico
escudo que, por error, situamos en la llamada “capilla del privilegio”, cuando
en realidad se encuentra en el hastial de la nave catedralicia, sobre el
espacio en el que se ubica el coro.
Corresponde
a D. Gaspar Jofre de Borja Llanzol de Romaní que era hijo de D. Rodrigo de
Borja y Moncada, barón de Castellnovo y Anna y, por lo tanto, sobrino nieto del
papa Alejandro VI. Su nombramiento como obispo de Segorbe y Albarracín, en
1530, fue realizado a propuesta de Carlos V. Residió habitualmente en Valencia,
en la corte de la reina Dª Germana de Foix, viuda de Fernando el Católico.
Participó en el concilio de Trento, aunque tuvo que regresar a Valencia por problemas
de salud, falleciendo en esa ciudad en 1556.
El
escudo que estamos comentando, aparece enmarcado entre San Esteban y San
Jerónimo, dándose la circunstancia de que, a la izquierda del mismo, aparece la
representación de un templo que puede corresponder al estado de la propia
catedral en aquellos momentos, lo que lo convierte en un testimonio
iconográfico de indudable interés.
Pero,
las armas de D. Gaspar Jofre también aparecen a ambos lados de la portada de
acceso al claustro, como se constata en estas fotografías de D. Leandro José
Galindo, quien se percató de ello en el desplazamiento efectuado con ocasión de
la inauguración de las obras de restauración de la catedral, el pasado 8 de
septiembre.
Todo
ello responde a la labor de mecenazgo protagonizada por este prelado en la
catedral, a pesar de que tuvo algunos problemas en la ciudad, donde sus
habitantes “usaron de otros desacatos y libertades” contra el obispo, algo no
infrecuente en una población a la que otro obispo posterior, D. Martín de
Salvatierra, calificó de “nido de tigres”.
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