En
la colección de placas fotográficas de la colección que conserva la familia
Ojeda, y cuyo proceso de escaneo estamos ultimando, ha aparecido esta imagen de
singular importancia, dado que en ella se aprecian con extraordinaria claridad
las características de la torre de la antigua iglesia de San Bartolomé,
lamentablemente derribada a finales de la década de los 60 del pasado siglo.
Hasta
ahora, no disponíamos de imágenes de ella, de manera que, cuando hace poco, se
quiso recrear en un lienzo, hubo que recurrir a un dibujo de D. Mariano
Mayoral, no demasiado explícito.
Con
esta nueva aportación pueden constatarse que se trataba de una torre
rectangular, de dos cuerpos que, en el superior, tenía los vanos para las
campanas. Cubierta con un tejadillo a dos aguas, tanto el alero como la franja
de ladrillos en esquinilla que separaba los dos cuerpos, respondían a la
tradición mudéjar.
Es
curioso que, de su interior, sólo haya aparecido esta otra fotografía que tiene
como motivo central la imagen del Sagrado Corazón, de producción industrial que
allí se veneraba. El estandarte utilizado como fondo, impide apreciar el resto
de la nave, aunque se ven parcialmente su bóveda de lunetos e, incluso, alguna
imagen de las situadas en las pilastras.
Por
el momento, la única fotografía conocida del interior, es la realizada por D.
Luis Rueda, cuando ya se había iniciado el proceso de desmantelamiento, previo
a su derribo. Aún puede verse el retablo mayor, del que se habían retirado las imágenes laterales, mientras que, al pie del mismo, y sin ningún miramiento está depositada la imagen de la Virgen del Pilar, que se sigue venerando en el nuevo templo que se edificó sobre el espacio resultante.
De la
iglesia quedan estos otros testimonios, realizados durante la demolición
cuando, al retirar el retablo, aparecieron unas pinturas murales en el testero,
constituyendo un triste exponente de lo que nunca debió haberse llevado a cabo.
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