Quienes
en la actualidad circulan por las calles Costa o Braulio Foz, probablemente no
se percatan de que, tras la descuidada vegetación de un abandonado jardín, se
oculta uno de los palacios más importantes de nuestra ciudad. Nos estamos
refiriendo a la conocida como “Casa de Nogués” que, en realidad, fue una parte
reformada del palacio de los Lajusticia que, en el siglo XVI, fue el de mayores
dimensiones de Borja, compitiendo en esplendor con la Casa de las Conchas. Del
primitivo edificio, que daba a la calle Mayor, no queda sino el escudo de armas
y un pequeño lienzo de su fachada, mientras que la parte que luego ocuparon los
Nogués se encuentra en riesgo de perderse.
Uno
de los elementos más relevantes del mismo es la gran galería que se abría al
jardín, con columnas toscanas, rematada por un falso frontón, por retranqueo de
las cubiertas, la cual se mantiene oculta por la maleza.
Especialmente
hermoso era el jardín, al que se accedía desde la actual calle Costa, por una
pronunciada rampa. Cuando se abrió la calle Braulio Foz se ocupó una parte del
mismo y la puerta se situó en la nueva calle, como puede verse en una de las
fotografías en color arriba insertadas. En esta imagen, se aprecia al fondo el
edificio de los Tejero, derribado no hace mucho para levantar un bloque de
viviendas.
El
jardín, con pérgolas y emparrados, estaba decorado con azulejos y macetas de
cerámica, con profusión de plantas y flores. A través de estas imágenes, procedentes
del archivo de la familia Ojeda, puede apreciarse que era el centro de una
intensa actividad social, dándose cita en allí jóvenes de la ciudad y de otros lugares. Entre
las personas que podemos identificar, entre las que aparecen fotografiadas, se
encuentran las hermanas López.
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