Cuando en la noche del pasado viernes estábamos realizando
las fotografías de la iluminación nocturna de Borja, pudimos a ver a María
Ángeles Martínez que, entre los contenedores basura de la plaza del Olmo, acababa
de descubrir una imagen del Niño Jesús, con su cuna, que alguien había arrojado
como desecho en tan inoportunas fechas.
El Niño tenía fracturado uno de sus brazos, pero su estado
era muy aceptable por lo que, para María Ángeles, constituyó una auténtica
sorpresa, decidiendo rescatarlo de tan inhóspito lugar.
Muy satisfecha con tan inesperado hallazgo posó bajo el árbol
de Navidad instalado en la plaza, decidiendo proceder a su restauración y darle
acomodo en su casa.
Por el momento fue depositado en la vivienda de otro de los
testigos del acontecimiento, donde encontró abrigo a la espera de su traslado
definitivo. Para María Ángeles ha sido el mejor regalo en estos días y estamos
seguros de que el Niño rescatado de la basura, le recompensará cumplidamente.
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