El pasado 18 de diciembre la edición digital de Heraldo de Aragón, se hizo eco del
artículo que, con el título “Cuando el rey Baltasar era blanco”, publicamos en
nuestro blog. El artículo de Heraldo
se titulaba “Los tres Reyes Magos blancos... y aragoneses” y lo firmaba C. P.
B. En él se reproducía la imagen de la tabla de la Epifanía del antiguo retablo
de la colegiata de Santa María de Borja.
Ayer, la edición en papel, insertaba otro artículo sobre el
mismo tema. En este caso con el título “La mágica huella de Sus Majestades de
Oriente en el arte aragonés”. Llevaba también la firma de “C.P.B.” Por cierto,
¿Quién es C.P.B? Hasta ahora sólo conocíamos a la intrépida periodista E.P.B.
Volvía a aparecer la tabla de nuestra colegiata y otras
imágenes de representaciones de los tres Magos blancos, así como una alusión
directa a nuestro Centro, en el contexto de un recorrido por distintos lugares
de nuestra tierra.
Pero, en el belén más antiguo de nuestra ciudad, que es el
del convento de Santa Clara, el rey Baltasar ya es negro. Cosa lógica, pues
data del siglo XVIII (salvo opinión contraria del Dr. Aguilera) y, para
entonces hacía ya tiempo que se había operado la transmutación de ese rey, de
blanco a negro, por las razones que en su momento expusimos.
El que todavía no había cambiado ayer, cuando realizamos la
fotografía, era el Niño que les esperaba en el portal, pues seguía tumbado en
su cuna. Hoy, los recibirá sentado en una sillita, siguiendo la tradición de
este Nacimiento borjano.
Pero, al hilo de este Baltasar negro, nos atrevemos a
sugerir a nuestro seguidor de Heraldo que, dándonos muestra de su interés
investigador, intente averiguar cuál fue la primera representación iconográfica
en la que, en Aragón, se introdujo este cambio.
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