Entre las fotografías que nos han donado los hermanos
Carceller, figura esta de la nave de producción de la empresa textil Mañas de
Ainzón. Lleva sobrepuesta la imagen de su propietario que, en nuestra opinión
es D. Antonio Mañas Cruz, hijo del fundador de la empresa D. Rosendo Mañas
Pellicer, fallecido en 1954. Su hijo, había nacido en Ainzón el 18 de agosto de
1922, por lo que, en el momento, en que D. Luis Carceller realizó la
fotografía, tenía unos 30 años de edad, mientras que su padre sería ya una
persona mayor. En cualquier caso, hay lectores que los han conocido, por lo que
pueden aclararnos esta duda.
Al margen de ello, el interés de la fotografía radica en el
hecho de que, hasta ahora, no teníamos ninguna imagen de la planta de
producción, una nave de grandes dimensiones cuya maquinaria nos recuerda a los
primeros tiempos de la revolución industrial.
Aprovechamos la ocasión para recordar algunos datos de la
biografía de ambos personajes. D. Rosendo Mañas Pellicer nació en Ainzón el 1
de marzo de 1886. Era hijo de Sancho Mañas y Nicolasa Pellicer, propietarios de
un pequeño comercio de tejidos. El matrimonio tuvo siete hijos, de los cuales
tan sólo tres llegaron a edad adulta, aunque el mayor, Sancho, falleció a los
21. Quedaron como únicos supervivientes Rosendo y Julia. Rosendo cursó estudios
en la Escuela Pública de Ainzón, pero su temperamento se forjó en el comercio
familiar, mientras ayudaba a sus padres. A los 21 años decidió montar una
pequeña empresa para la fabricación de toquillas de punto, encargándose de la
dirección y de realizar las ventas personalmente, desplazándose por las
localidades del entorno.
La
demanda experimentada durante la I Guerra Mundial y durante la guerra civil
española hizo posible que la empresa fuera creciendo y adaptándose a las
necesidades de una producción cada vez más elevada, aunque siempre en la calle
Solana de Ainzón, donde se había iniciado en el interior de un granero allí
existente. Al término de la guerra civil española la empresa disponía de
representantes en diferentes ciudades españolas y los envíos que, inicialmente,
eran efectuados en vagones del ferrocarril de Borja a Cortes, comenzaron a
salir en camiones. Fue también Diputado Provincial, falleciendo el 8 de agosto
de 1954.
D. Rosendo Mañas Cruz, había nacido en Ainzón el 18 de
agosto de 1922, como antes hemos comentado. Sus padres, D. Rosendo Mañas Pellicer
y de Dª Pilar Cruz Bellido tuvieron cinco hijos, aunque sólo Antonio llegó a la
edad adulta. Su biografía está íntimamente ligada a la empresa textil que había
creado su padre, aunque las circunstancias personales que le tocaron vivir
fueron muy diferentes.
Había
estudiado en el colegio que los capuchinos tenían en Lecaroz y, posteriormente,
cursó la carrera de Ingeniero Industrial en Tarrasa, especializándose en
procesos textiles. En 1950 contrajo matrimonio en Barcelona con Dª. María Luisa
Ramonera Rubio y se estableció en esa ciudad, atendiendo a las empresas que
allí tenían. Cuando su padre falleció cuatro años después se hizo cargo de la fábrica
de Ainzón que había ido cambiando de nombre.
Primero
se llamó “Casa Sancho Mañas”, después “Rosendo Mañas Pellicer” y “Rosendo y
Antonio Mañas S. A.”, hasta adoptar finalmente la denominación de “Textil
Ainzón S. A.”.
Antonio
no residía en Ainzón, sino que se desplazaba desde Barcelona en determinadas
ocasiones. Mientras, la responsabilidad de la empresa estaba a cargo de un
gerente. Ocuparon ese puesto varias personas que tuvieron que hacer frente a
una situación cada vez más comprometida, debido a los cambios experimentados en
la sociedad española y a la falta de renovación del equipamiento de la fábrica. Así se llegó a la
crítica situación por la que atravesó en la década de los años 70 del pasado
siglo, hasta llegar a la paralización de sus actividades y a un grave conflicto
social motivado por el despido de los cerca de 300 trabajadores a los que daba
empleo. Ainzón fue escenario de las manifestaciones más importantes que, por motivos
laborales, han tenido lugar en esta comarca y toda la población vivió con
angustia las consecuencias del final de una etapa en la que la empresa Mañas
había sido uno de los principales motores de su economía. Antonio Mañas
intentó, en sus últimos momentos, abrir nuevos mercados en el continente
africano y, durante un viaje efectuado a Nigeria, contrajo una neumonía de la
que no se recuperó, falleciendo el 3 de noviembre de 1982.
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