martes, 14 de enero de 2020

El Patrimonio Cultural Inmaterial de Fréscano


         La iglesia parroquial de Fréscano está dedicada a la Virgen del Pilar y su retablo mayor lo preside un hermoso lienzo en el que está representada su venida en carne mortal a Zaragoza. A los pies de María, posada sobre el Pilar, se encuentran Santiago y los Santos Varones, mientras en la parte superior un coro de ángeles tañen instrumentos musicales de cuerda.




         De ahí, que la celebración del 2 de enero, fiesta litúrgica de la venida de la Virgen haya tenido gran importancia en esta localidad, siendo una de las pocas en que se celebra de manera especial. Aunque sigue siendo fiesta local y se celebra una solemne Eucaristía y procesión, su relevancia era mayor en el pasado con una Aurora propia que dice:

         Las riberas del Ebro se alegran
         porque a Zaragoza, ciudad inmortal,
         traen los ángeles aquella columna
         y la Virgen viene en carne mortal.
         Y no hay que dudar
         que a Santiago, su querido Apóstol,

         le señaló el sitio donde ha de morar.




         San Antón es Patrón de Fréscano y existía una cofradía que lo tenía por titular, encargándose un miembro de la misma de la organización de su fiesta cada año el 17 de enero.         La víspera se encendía en la plaza una gran hoguera en la que se asaban patatas y el día de la fiesta comenzaba con el canto de la Aurora, seguida de Misa y procesión.
         La letra de la Aurora dice:

         De las fiestas que Dios más acepta,
         cristiano que me oyes, es la oración,
         pues con ella se ahuyenta al demonio
         y es medio seguro de salvación.
         Y es pura verdad que, con ella, triunfa del infierno.

         Así triunfó alegre San Antonio Abad.



         Junto a la iglesia parroquial hay un pilar dedicado al Santo, en torno al cual se daban las tradicionales vueltas con los animales de labor, rezando el Padrenuestro.
         


En 2002, las fiestas se trasladaron a la primera semana de julio, adquiriendo el carácter de fiestas de verano, pero se sigue celebrando, en su día, la Misa, procesión (con la peana adornada con roscones) y la bendición de los animales domésticos junto al pilar.



         El día de Jueves Lardero, en lugar del “palmo” que se consume en otras localidades, en Fréscano era una tortilla de chorizo y longaniza que se comía en el campo y de la no tenemos imágenes, por la que insertamos una fotografía tomada al azar.




         Una de las tradiciones más arraigadas es la de enramar balcones y ventanas con ramos de laurel. Antiguamente, los mozos colocaban también algún detalle en las de sus novias. Era una fiesta participativa en las que se les ofrecían pastas y bebidas a los que colocaban los ramos.




         También se levantan arcos de laurel en diferentes lugares, especialmente junto a la ermita de Ntra. Sra. de la Huerta ya que, de este lugar, parte en la mañana del Domingo de Resurrección la procesión llamada de la “Virgen de los caramelos”.



         Se llama así porque la imagen medieval de la Virgen que se venera en esa ermita, situada a las afueras del casco urbano, revestida con manto y bajo un baldaquino, es adornada con ristras de caramelos. Sin embargo, es una tradición relativamente reciente, dado que anteriormente lo que se colocaba era frutos. Antiguamente, eran los quintos quienes se encargaban de la decoración.




Al amanecer del Domingo de Pascua, el párroco retira el velo que cubre y espera a los fieles que vienen con la Cruz Parroquial al frente y los pendones de la cofradía de la Virgen del Rosario y de la Virgen del Pilar. Al llegar ante la imagen,  efectúan las “cortesías”, que son tres inclinaciones de los pendones.






         Desde hace unos años participa en el cortejo la Agrupación de Cornetas y Tambores de la cofradía del Santo Cristo de la Capilla de Ainzón, encaminándose a la iglesia parroquial, donde permanece hasta el domingo siguiente en el que vuelve a su ermita, aunque por motivos de seguridad se guarda en otro lugar durante el resto del año. Los caramelos que adornan la peana son repartidos entre los asistentes y también se suele distribuir chocolate para todos.




         El 9 de mayo, fiesta de San Gregorio Ostiense tiene lugar la bendición de los campos y las culecas. No tenemos imágenes y hemos recurrido a una publicada, en su momento, por La Crónica del Campo de Borja, y a esta fotografía de las “culecas” de Mallén, difundida por su Biblioteca Municipal, dado que son similares, una torta redonda con un huevo en su interior, recubierta de azúcar blanco y confites de colores. Esperamos lograr otras de mejor calidad.




         La Virgen del Carmen tiene un altar dedicado a ella en la iglesia parroquial y existe una cofradía que viene celebrando con gran solemnidad su fiesta, el 16 de julio, con Misa y procesión.



         También debió gozar de gran arraigo la devoción a la Virgen del Rosario, dado que cuenta con estandarte propio y conservamos el texto de Auroras dedicadas al Santo Rosario:

         Tu devoto del Santo Rosario
         que la aurora oyes alegre cantar,
         ven con fe a rezarlo a María,
         si el Reino del Cielo quieres alcanzar.
         Y allí gozarás de esa gloria
         que está reservada

         a quien los Misterios viene a contemplar.



         Pero, las grandes fiestas de la localidad son las dedicadas a Ntra. Sra. del Pilar que comparte el patronazgo con San Antón, aunque de una forma mucho más intensa y viva.





         Entre los actos religiosos organizados, en los que participa de manera especial la cofradía que la tiene por titular, hay que destacar la Solemne Eucaristía, con ofrenda de flores, y la procesión que recorre las calles.
         La imagen que, antes era llevada a hombros y, ahora, en peana sobre ruedas, fue donada por la  madre de D. Aureliano Armingol García, un ilustre Ingeniero de Caminos, nacido en Fréscano el 12 de agosto de 1889,  en agradecimiento por haber sobrevivido a la Guerra Civil y fue restaurada recientemente.

         Por la tarde del 12 de octubre tiene lugar el Rosario General y, al día siguiente, la Misa por los difuntos de la cofradía, como es práctica habitual en muchos lugares.




         No queremos finalizar sin una mención a esta representación que aparece en el magnífico calendario de la ermita de Ntra. Sra. de la Huerta, concretamente referida al mes de abril.
         En opinión de los especialistas que la han estudiado, es una una de las escasas representaciones plásticas del “rey pájaro”, un personaje asociado a una institución medieval presente en muchos lugares que, en Aragón, eran conocidas con el nombre de “reage” o “reatge”. Se han podido documentar en Magallón, Mallén y Borja y, en la obra La Tradición Oral del Moncayo se alude a la costumbre existente en Agón, donde en carnaval, desfilaba un joven vestido de rey, que pudiera ser una sorprendente pervivencia de esa tradición inmemorial que el Centro de Estudios Borjanos propuso revivir en Fréscano, por esas circunstancia singular de que allí se conserve esa preciosa representación iconográfica.

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