domingo, 23 de agosto de 2020

También se quiso fundar un colegio jesuita en Borja

 



         Ayer comentamos el intento fracasado de crear un colegio de las Escuelas Pías en nuestra ciudad, en el siglo XVIII. Pero, anteriormente, hubo otro para fundar un colegio de la Compañía de Jesús en el siglo XVII.

         Fue el ilustre borjano D. Pedro Luis Torralba, doctor en Leyes que ejerció su profesión en la Cámara del Consejo del Justicia de Aragón, quien por testamento otorgado en Zaragoza, el 12 de marzo de 1633, conjuntamente con su esposa Dª. Isabel Belenguer.



         Por dicho testamento legaba todos sus bienes a la Compañía de Jesús, con el fin de que establecieran un colegio en Borja,  bajo la invocación de la “Concepción de Nuestra Señora y de San Ignacio” que debía situarse en la parroquia de San Miguel, donde tenía su casa. Ambos cónyuges manifestaban, al mismo tiempo, su deseo de ser enterrados en la iglesia de dicho colegio, una vez que hubiera sido edificada.



         Pero Dª. Isabel Belenguer sobrevivió a su esposo y, el 13 de julio de 1644, otorgó un nuevo testamento en el que, a pesar de legar sus bienes a los jesuitas, no se hacía mención al colegio borjano.

         La Profª. D. Rebeca Carretero quien dio a conocer la historia, en un artículo publicado en el nº LIV de Cuadernos de Estudios Borjanos, afirmaba que el colegio no se llegó a crear porque el monto de la donación era inferior a lo que se requería para ello y afirmaba que, al final, la herencia fue a parar al colegio de San Vicente Mártir que la Compañía de Jesús tenía en Tarazona desde 1591.




         Curiosamente, en la fundación de ese colegio, cuyo edificio es la sede actual del Hogar Doz, tuvo una intervención decisiva el canónigo de la catedral de Tarazona y, posteriormente, obispo de Huesca D. Carlos Muñoz Serrano que era hijo de la joven borjana Damiana Martínez, y del sacerdote turiasonense D. Juan Muñoz, que la había seducido.

         Sin embargo, Dª. Naike Mendoza Maeztu en otro artículo publicado en el nº LV-LVI de Cuadernos de Estudios Borjanos, demostró que los jesuitas nunca tuvieron intención de fundar en Borja, incumpliendo de manera clara la voluntad de D. Pedro Luis Torralba. A partir de documentos del Archivo Histórico de la Compañía de Jesús en Roma, ha podido demostrar que, aunque parte de la herencia fue a parar a Tarazona, otras cantidades habían sido destinadas con anterioridad a otros fines, como la luición de varios censos del futuro colegio de Cariñena. Nada menos que 17.000 libras fueron destinadas a ese objeto, por lo que la cantidad que quedaba era, desde luego, insuficiente para crear un colegio en Borja. De esta manera, nuestra ciudad fue privada de un centro educativo que se consideraba muy necesario y por el que siguió luchando sin éxito, como lo demuestra el fracasa intento posterior del colegio de los escolapios.


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