En una época en la que, por razones evidentes, escasean las visitas a nuestro Centro, cuando llega alguna y, además, acompañada por esta selección de dulces de Almonacid, se convierte en un acontecimiento.
Esto
es lo que nos ocurrió con la llegada de D. Carlos Gracia Casado que,
abandonando por un momento, la enseñanza del idioma de Molière, vino hasta la
Casa de Aguilar en busca de nuevos datos para su Trabajo de Fin de Máster,
acompañado con ese delicado regalo que debería tener imitadores.
Al
parecer los mazapanes eran buenísimos, dado que Jaime que dio buena cuenta de
ellos, entró inmediatamente en éxtasis. Nosotros nos quedamos con un “hueso de
santo”, dulce propio de los próximos días.
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