Las
guerras constituyen siempre un tragedia para quienes tienen la desgracia de
verse inmerso en ellas, pero junto al dolor y el sufrimiento también florece el
amor, incluso entre quienes pertenecen a los distintos bandos enfrentados.
Una de esas historias en las que el amor supera las barreras trazadas por los hombres surgió en Mallén durante la Guerra de la Independencia. La dio a conocer D. Guillermo Carranza Alcalde en el nº 3 de Cuadernos de Belsinon que estaba dedicado a “La Guerra de la Independencia en Mallén”.
Los
protagonistas fueron María de los Ángeles de Navas, hija de una de las más
importantes familias de la villa, que era conocida como “Mariquita” Navas, y el
oficial francés Antoine-Louis Eugène Weyler, que había llegado a Mallén en 1809
como comandante habilitado de la 4ª compañía del 11º batallón del tren de
aprovisionamiento del Tercer Cuerpo del Ejército Imperial.
A
pesar de la oposición del padre de la muchacha, contrajeron matrimonio en esa
localidad el 25 de marzo de 1810 y, en los últimos meses de la guerra, marchó
con su marido a Francia.
En el
tercer volumen de nuestro Diccionario
Biográfico incluimos al citado Antoine-Louis Eugènde de Weyler, del que ya
habíamos ofrecido una síntesis de su trayectoria en el Cuaderno anteriormente mencionado.
Ahora,
D. Tomás Espeleta nos ha remitido los datos recibidos de un descendiente del
matrimonio, entre los que incluye la fotografía de los dos protagonistas.
Hemos
de recordar que Eugène Weyler había nacido en París el 19 de marzo de 1787 y
llegó a España como Teniente de Caballería. De regreso a Francia siguió una brillante
carrera, más allá del I Imperio, pues fue Guardia de Corps de Luis XVIII y,
posteriormente, Sub-intendente de la Casa Militar
de Carlos X, donde le tocó vivir los difíciles momentos de su abdicación y del
cambio de régimen. Destacó por su honradez y su fidelidad al monarca, al que
acompañó hasta Cherbourg, camino del exilio, donde el rey le ordenó proceder al
licenciamiento de las tropas leales.
En
1814, solicitó autorización para unir al apellido Weyler el de Navas, un caso
realmente llamativo y fue creado “barón de Weyler de Navas”.
Las
armas adoptadas son descritas como: “D'azur au drapeau d'argent accosté de deux
étoiles du même planté sur le couronnement d'un pavillon en forme de dôme
d'argent au chef d'or chargé d'une étoile de gueules”, es decir, “de azur con
bandera de plata sobre un pabellón en forma de cúpula y dos estrellas del mismo
metal. En jefe de oro, cargado con una estrella de gules”.
Falleció
en París el 2 de junio de 1850 y el 18 de diciembre de ese mismo año murió su
esposa, siendo enterrados ambos en el cementerio Père-Lachaise de la capital
francesa, donde reposan personalidades muy conocidas, tanto francesas como
de otros países. Entre las primeras, por
citar sólo algunos ejemplos, allí están las sepulturas de los escritores Molière,
Balzac y Apollinaire, así como la de Champollión, el descubridor de la
escritura jerogífica.
Pero
también se encuentran las tumbas de Chopin, Óscar Wilde, Miguel Ángel Asturias
y María Callas. Entre los españoles debemos destacar a Manuel Godoy, el
Príncipe de la Paz, y del que fuera Presidente del Gobierno durante la II
República, D. Juan Negrín.
Se da
la circunstancia de que, procedente del archivo de la familia Zapata, se
conservan en nuestro Centro un conjunto de cartas intercambiadas por Eugène
Weyler y Mariquita Navas con su familia de Mallén en torno al dilatado
contencioso relativo a la dote de la joven, que comentaremos en otro artículo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario