En el
Rosario de Cristal de Zaragoza que todos los años, salvo el actual, desfila en
el día de hoy, participa este farol donado por la Armada Española en 1944. Fue
construido en el Arsenal de Cartagena y reproduce los fanales de las galeras
turcas, capturadas en la batalla de Lepanto, los cuales se conservan en el
palacio madrileño del marqués de Santa Cruz.
De esta forma, se recordaba la vinculación de aquella gran victoria con la devoción al Santo Rosario, impulsada por el Papa San Pío V, como recordamos recientemente.
Pero
la relación de la Armada con la ciudad de Zaragoza fue también recordada en
1945, con un homenaje tributado a las fuerzas de marinería e infantería de
Marina que contribuyeron a la defensa de la ciudad durante el primer Sitio de
1808.
En
aquella ocasión se distinguieron el Teniente de Navío D. José Primo
de Rivera, los Alféreces de Navío D. José Mor de Fuentes (aragonés) y D. Félix
Ruiz, con los sargentos de Infantería de Marina D. Tomás Ludarte y D. José
Hernández, el cabo Fernando Moya y los soldados Francisco Vidal, Alonso Gómez,
José Zamora, Francisco Mollán, Julián Bastia, Vicente Gil, Valentín Fernández,
Joaquín Cidraque, José Simón, Bernardo Perno y Pedro García, a los que el
general Palafox encomendó la defensa de la puerta del Carmen. Anteriormente, el
15 de junio de 1808, habían servido la artillería que defendía el puesto del
Portillo y el 2 de julio la de la Huerta de Santa Engracia.
Al
año siguiente, el Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza tomó el acuerdo de regalar a
la Armada una reproducción en plata de la puerta del Carmen, realizada por
Concha Lagos, en la base de la cual se depositó un fragmento de piedra de la
citada puerta que fue extraido el 9 de julio de 1946 en presencia del Primer
Teniente de Alcalde y del Secretario de la corporación D. Luis Aramburo. En el
pedestal, entre los escudos de Zaragoza y de la Armada, figura la inscripción
“Zaragoza a las fuerzas de la gloriosa Marina española que en los sitios de la
inmortal ciudad, en épicas jornadas que culminaron en la heroica defensa de la
Puerta del Carmen, alcanzaron laudos inaccesibles”. Desde entonces, esta joya
se conserva en el Museo Naval de Madrid.
Por
otra parte, la Virgen del Pilar es la Patrona del Arma Submarina de la Armada
que regaló este manto que luce en determinadas ocasiones. El origen de esta
devoción arranca en las primeras pruebas de inmersión realizadas con el
submarino desarrollado por Isaac Peral, a bordo del cual viajó una imagen de la
Virgen, a la que se encomendó en los momentos de dificultad por los que
atravesó. En agradecimiento a Ella, regaló un imperdible representando un
sumergible en oro, que se conserva en el joyero de la Virgen.
La
escalera central de la Escuela de Submarinos de Cartagena está presidida por
una imagen de la Virgen del Pilar con una reproducción del citado manto.
Pero
volviendo al farol de la Armada o de Lepanto, queremos recordar que en la
primera ocasión en la que participó en el Rosario, fue escoltado por fuerzas de
marinería de los buques surtos en Cartagena. Ahora lo lleva la Hermandad de San
Joaquín y de la Virgen de los Dolores, sin que haya vuelto a darse la presencia
de una representación de la Armada en otras ocasiones, a diferencia de lo que
ocurre en otros lugares.
Algunos
viejos marinos aragoneses llegaron a plantearlo cuando se encontraban en
activo, encontrando una acogida favorable entre las autoridades navales, pero
nunca llegó a materializarse esa bonita iniciativa.
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