Entre
el aluvión de noticias relacionadas con la actual epidemia ha pasado un tanto
desapercibido el anuncio efectuado estos días de que el primer reactor de
fusión nuclear podría estar operativo en 2025, mucho antes de lo que se
esperaba.
Se
trata del SPARC (Soonest/Smallest Private-
Si así
ocurriera, se adelantaría varios años a otro gran proyecto en el que, liderado
por Francia, se viene trabajando desde 2006: El ITER (International
Thermonuclear Experimental Reactor), cuyas instalaciones fueron construidas en
la localidad francesa de Cadarache.
Hasta
el momento, la energía nuclear se producía mediante el procedimiento de fisión
que, además de su peligrosidad, tenía el inconveniente añadido de los residuos
que producía de difícil tratamiento y almacenamiento.
Pero
la energía de fusión tiene un origen completamente diferente, dado que en lugar
de romper núcleos pesados como los de uranio, lo hace a partir de núcleos
ligeros de hidrógeno, deuterio y tritio, algo similar de lo que ocurre en el
Sol.
Sus
enormes ventajas radican en el hecho de ser limpia y barata, con la ventaja
añadida de que, mientras el uranio es un mineral escaso, el combustible
necesario para la fusión es inagotable pues el deuterio de puede obtener a
partir del agua y hay enormes reservas de tritio.
El problema
para su puesta a punto radicaba en las altas temperaturas que eran necesarias
para lograr la fusión, lo que ha sido resuelto, en principio, con las nuevas
tecnologías desarrolladas.
No
deja de ser curioso que el logotipo utilizado para oponerse a la energía
nuclear tuviera como motivo central un sonriente sol que, en definitiva, ha
sido el modelo a imitar en este nuevo procedimiento de obtención de energía
segura, barata e inagotable.
Aunque
es pronto para lanzar las campanas al vuelo, la gran labor desarrollada por los
científicos y las noticias que llegan, procedentes de fuentes fiables, hacen concebir
la esperanza de que la energía nuclear de fusión será una realidad dentro de un
plazo relativamente corto. Entonces podremos olvidarnos de los combustibles
fósiles y probablemente también de las llamadas energías renovables, muchísimo
más costosas, hacia las que España ha mostrado tanto entusiasmo, mientras otros
países dedicaban todo su esfuerzo hacía otras direcciones que terminarán
imponiéndose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario