Los
silos del Servicio Nacional del Trigo se convirtieron en un elemento
característico de las localidades en las que fueron construidos. Su papel fue
fundamental a la hora de regular un mercado que, hasta la creación del SNT,
había estado en manos privadas y sometido a fuertes corrientes especulativas.
Pero, cuando dejaron de cumplir su misión, quedaron abandonados en la mayoría de los casos, dependiendo del Fondo Español de Garantía Agraria, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En los
últimos años, tanto los más antiguos como los que se edificaron posteriormente,
fueron subastados sin éxito como ocurrió con el de Cariñena (que aparece en la
imagen), o los de Gallur y Mallén. En este último caso (del que no disponemos
de fotografías) fue finalmente adjudicado a Cambra Cereales SLU por la cantidad
de 206.443,27 Euros.
Ahora,
tras varios intentos, acaba de adjudicarse el silo de Gallur a “Piensos
Compuestos Victoria S. A.” por la cantidad de 86.400 euros, una auténtica ganga
teniendo en cuenta la obra edificada y el conjunto de dependencias que la
integran.
Por lo
tanto, los dos silos de la comarca de los que el Estado había pretendido
desprenderse ya están en manos privadas. Distinto es el caso de del de Borja,
cedido al Ayuntamiento y en el que tiene su sede el Parque de Bomberos
Voluntarios.
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