Entre los documentos que hemos encontrado en el archivo de la Central de Añón que, como comentábamos ayer, nos ha sido donado se encuentra el contrato o “Póliza de abono” suscrito entre la “Compañía de Electricidad Central de Añón. Sociedad Anónima domiciliada en Borja” y la Asociación de Hijas de María de nuestra ciudad para el alumbrado de su altar, “que constará de diez lámparas fijas de cinco bujías”.
Conocemos las características de ese
altar que se encontraba en la iglesia de Santo Domingo, sede canónica de la
citada asociación y de las Congregaciones Marianas. A través de esta imagen que
encontramos en el archivo de la familia Ojeda, podemos ver que el altar,
ubicado en el ala derecha del crucero, tenía varias bombillas en torno a la
imagen de la Virgen, cuya luz cobraba más fuerza merced a su reflejo en los
espejos que recubrían la hornacina. También tenían iluminación los ángeles
situados a ambos lados y los apliques de pared que flanqueaban el altar.
Junto a las condiciones generales, que
no hemos reproducido, el contrato incluía las particulares de este caso, en las
que se establecía que la Asociación debía abonar dos pesetas al mes (mas un 10
% de impuestos) por el suministro de fluido eléctrico.
Las bombillas instaladas en el altar “funcionarán
únicamente durante el ejercicio de la tarde que, todos los meses, celebra la
Asociación de Hijas de María”. Estaba completamente prohibido “dar corriente para
ninguna otra función que se celebre en dicha iglesia”. Hay que tener en cuenta
que, en aquella época no había contadores y lo que se contrataba era el
suministro por bombilla y un tiempo determinado.
Una cláusula curiosa era que si se
produjera alguna avería en la central o en la línea y “fuese precisamente en
día de ejercicios, la Asociación no tendrá derechos a reclamación de ninguna
clase, abonando su recibo como todos los meses”.
La Congregación Mariana que, como hemos
dicho, tenía también su sede en la misma iglesia, carecía de iluminación en su
altar y tampoco la había en el altar mayor. Por eso, la compañía puso especial
interés en que las Hijas de María no cedieran su línea para otros actos.
Aunque habitualmente el procedimiento
de iluminación era por medio de cirios, en determinadas ocasiones como en la
instalación del monumento del Jueves Santo, hemos constatado, a través de esta
fotografía, que había “arañas de cristal” en los lados, por lo que es probable que, en esos
casos, se contratara una línea adicional.
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