jueves, 24 de noviembre de 2022

El Belén, símbolo de la Navidad

 

         Nuestra Navidad está asociada a una serie de elementos que han llegado a convertirse en símbolos de la misma. El más importante para nosotros es, sin duda, el belén o Nacimiento que instalamos en casa o en lugares públicos (e incluso llevamos al extranjero), siguiendo una tradición que se remonta al siglo XIII.


         Nuestra Navidad está asociada a una serie de elementos que han llegado a convertirse en símbolos de la misma. El más importante para nosotros es, sin duda, el belén o Nacimiento que instalamos en casa o en lugares públicos (e incluso llevamos al extranjero), siguiendo una tradición que se remonta al siglo XIII.



         En años sucesivos fueron surgiendo belenes vivientes en diversos lugares de Italia, impulsados por los franciscanos. Pero el primero con figuras fue creado por Arnolfo di Cambio, en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, por iniciativa del Papa Nicolas IV, hacia 1291.

         Es una obra magnífica, con figuras de tamaño natural, en la que aparecen, la Virgen con el Niño, San José, el buey y la burra, así como los tres Reyes Magos que acuden a adorar al Niño.

         Pero en todos estos belenes sólo se representaba el Nacimiento, con el posterior acompañamiento de los Reyes Magos. Fue en Nápoles donde comenzaron a crearse belenes con personajes de la vida cotidiana y figuras ataviadas con ricas telas.

 

         Debido a la especial vinculación del reino de Nápoles con España, la tradición belenística llegó hasta aquí, donde están documentados belenes napolitanos desde el siglo XVI.  El más antiguo de los conservados es el que muestra la imagen: el llamado “Belén de Jesús” de la iglesia de la Anunciación del Hospital Provincial de Palma de Mallorca que, según la tradición, había sido creado, a finales del siglo XV, por la familia Alamanno, que ya se habían especializado en Italia en fabricar belenes. Llegó a España de manera accidental, pues iba a bordo de un buque que naufragó y su capitán, lo entregó como exvoto por haberse salvado. Está considerado el belén más antiguo de España.



Pero fue el rey Carlos III, que anteriormente había sido soberano de Nápoles, quien contribuyó de forma decisiva a popularizar los belenes, creando el impresionante conjunto que todos los años se instala en el Palacio Real de Madrid, conocido como “Belén del Príncipe”.





         Está integrado por más de 200 figuras de un realismo impresionante, enmarcadas en una llamativa escenografía, que reproducen escenas de la vida cotidiana del siglo XVIII.



         En Borja, existe un belén muy antiguo, de tradición napolitana, el de la iglesia del convento de Santa Clara, una auténtica joya a la que no se suele conceder la importancia que merece, a pesar de que venimos reivindicándolo cada año.

 

         A él se une ahora este otro Nacimiento, también de inspiración napolitana, que se exhibirá por vez primera en la exposición de la Casa de Aguilar, durante los próximos días.

 


         Las figuras de barro con destino a los belenes fueron surgiendo en España de la mano de destacados artesanos e, incluso, de grandes artistas como Francisco Salzillo, cuyo espectacular belén se exhibe en su museo de Murcia, pero ha figurado en exposiciones realizadas en otros lugares.

         Borja puede enorgullecerse de contar con una dilatada tradición belenística de la cual constituyen la mejor expresión los belenes monumentales del Auditorio de Santo Domingo y del Museo de la Colegiata, a la que se une ahora la exposición organizada en nuestra sede.


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