Uno de los grandes artistas borjanos fue Borja de Pedro Izuzquiza (1945-2021). Pintor pero, ante todo, grabador, sus obras han alcanzado una importante cotización, de manera que el reunirlas en nuestro Centro había sido, hasta ahora, una misión imposible. Por eso, apenas contábamos con algunos grabados suyos.
Sin embargo, merced a la generosidad de
algunos evergetas, hemos podido conseguir un buen número de sus libros que han
venido a sumarse a los que ya teníamos. No hace mucho, dimos cuenta de la
donación, por parte de D. Germán Bandrés, de la obra “maldita” de Cela, Reloj
de arena, reloj de sol, reloj de sangre, quizás la más difícil de conseguir.
Ahora, vamos a dar noticia de los que hemos conseguido, a través de una serie
de artículos.
En primer lugar, tenemos que hacer
mención a la donación de D. Manuel Giménez del que, probablemente, fue uno de
sus primeros libros. Lleva por título Soplo y fue publicado en 1973, en
su estudio de la calle de los maestros Casals y Martorell. Se lo adquirió en
Barcelona, en el transcurso de la visita que le realizó, por indicación de
Francisco Domínguez Pablo.
La obra consta de un cuadernillo de 24
páginas con un texto suyo, ilustrado con siete xilografías, que responden a ese
pequeño relato onírico escrito con su peculiar puntuación y hasta con alguna
falta.
De él se imprimieron 300 ejemplares, “en papel registro ahuesado”, como se hace constar en el colofón, con la firma del autor. Al año siguiente, 1975, publicó Danza de las gigantes amorosas, su primera colaboración con Camilo José Cela.
En nuestro propósito reseñar las obras
que se han incorporado a nuestra colección, que no son todas, y mientras tanto
no podemos resistirnos a volver a poner el enlace con aquel singular trabajo
que realizó en Japón, el retrato de Gandhi, haciendo uso de una bicicleta. Es
posible que alguno de nuestros lectores aún no lo conozcan. Merece la pena.
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