En el primer artículo de esta serie, al tratar sobre Anselmo María Coyne, el fundador de una saga de destacados fotógrafos zaragozanos, hicimos referencia a su condición de sucesor de Mariano Júdez, en cuyo estudio había comenzado a trabajar.
Mariano Júdez Ortiz (1832-1874) del que
reproducimos este autorretrato, fue sin duda el gran pionero de la Fotografía
en Zaragoza, en donde se estableció, tras haber aprendido ese Arte en la
capital francesa. Sus retratos y fotografías constituyen el mejor exponente de
una etapa de la historia aragonesa, a pesar de que una parte de su archivo se
perdió en el incendio del estudio, ya regentado por Coyne, como comentamos.
Su biografía aparece en el Diccionario
de la Real Academia de la Historia y, dada su importancia nos hubiera gustado
contar con alguna fotografía suya en nuestro archivo, pero, hasta el momento,
no la hemos encontrado.
De quien si tenemos fotografías es de
su sobrino Joaquín Júdez Luis (1859-1922), que era hijo de Hilarión Júdez Ortiz
(c.1831-1906), hermano de Mariano. De Joaquín se conservan varios retratos,
algunos de ellos fueron dados a conocer en la exposición “Primeros tiempos de
la Fotografía en Zaragoza”, organizada por Cajalon en 2010, de la que se editó
un magnífico catálogo, que no tenemos, pero puede consultarse en red.
Siguiendo el ejemplo de su tío, Joaquín
decidió establecerse como fotógrafo y, hacia 1885 (ya había muerto D. Mariano) se
asoció con Román Larruy, que tenía su estudio en la calle Alfonso 28. De Larruy
no hemos encontrado suficientes datos, pero lo cierto es que, algún tiempo
después, aparece Joaquín Júdez, en solitario, al frente del estudio que,
posteriormente, trasladó a la calle Torre Nueva 41.
En algunas de las biografías de Joaquín Júdez que hemos consultado, parece deducirse que, cuando decidió establecerse en solitario, se traslado a la calle de la Torre Nueva. Sin embargo, en el retrato de esta joven que conservamos en nuestro archivo aparece estampillado en el dorso el sello con la dirección de su gabinete, en la calle Alfonso.
El artículo de ayer estaba dedicado a Lucas
Escolá Arimany (1857-1930), pero olvidamos incluir este simpático de un niño
uniformado, con el dorso bellamente ilustrado, mencionando su “Gran Establecimiento
Fotográfico” en los porches del paseo de la Independencia 26, con alusión a “Casa
de Baños”, algo que podría parecer sorprendente.
Pero, en ese lugar, próximo a la calle
Cádiz, había una acequia que fue aprovechada por D. Fermín Íñigo para establecer
una casa de baños y, junto a ella, un popular lavadero que subsistió hasta bien
entrado en el siglo XX.
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