En el artículo de ayer hacíamos mención a Juan Mora Insa, un fotógrafo al que, en sus biografías, suele omitirse sus inicios en Borja, donde tuvo su primer estudio propio, al que posteriormente unió otro en Tarazona y más tarde en Zaragoza, a donde se trasladó definitivamente. Pero que, durante algún tiempo compaginó los tres, lo demuestra este retrato de una niña borjana de Primera Comunión, en el que (a la derecha) se hace constar: “Borja, Tarazona, Zaragoza”, mientras que a la izquierda aparece “J. Mora”.
Lucas Escolá Arimany (1857-1930) fue
uno de los más destacados pioneros de la Fotografía en Zaragoza. De su importancia
puede ser muestra el hecho de haber sido incluido en el Diccionario Biográfico
de la Real Academia de la Historia.
Había nacido en Sarriá y, siendo niño marchó
con sus padres a Puerto Rico, de donde regresaron en 1878. Tenía 21 años y, al
parecer, inició en Zaragoza su formación como fotógrafo, con tanto provecho
que, dos años después, abrió su propio estudio en el que, muy pronto contó con
una gran clientela.
En la fotografía que conservamos en
nuestro archivo, se hace constar que se encontraba ubicado en el número 26 del
paseo de la Independencia. Al dorso se hace constar su condición de “Fotógrafo
de la Real Casa” y la Medalla de Plata con la que fue galardonado, por los
trabajos presentados a la Exposición Aragonesa de 1885, que había sido
organizada por la Real Sociedad Económica de Amigos del País en el recinto del
que luego fue Matadero Municipal y, actualmente, Centro Cultural “Salvador
Allende”.
Menciona también su vinculación con la
Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza, cuya cátedra de Fotografía había ganado
por oposición hacia 1894 y donde desempeñó el cargo de profesor al frente del
taller de Fotografía y Procedimientos Fotoquímicos hasta 1909, lo que podría
servirnos para datar nuestra fotografía que su propietario consideraba que
había sido realizada hacia 1910.
En su biografía se destaca su colaboración con D. Santiago
Ramón y Cajal en la experimentación con emulsiones fotosensibles ultrarrápidas
al gelatino-bromuro y fórmulas reveladoras, precedentes directos de los
actuales materiales fotográficos. Como es sabido, el Premio Nobel español fue
un gran aficionado a la Fotografía, mientras que Escolá fue uno de los primeros
fabricantes y distribuidores en España de papeles fotográficos emulsionados al
bromuro.
Hacia 1886, Escolá abrió una nueva línea
de negocio, creando las secciones de fototipia y fotolito, lo que le permitió
convertirse en un pionero de la comercialización de tarjetas postales, al dorso
de las cuales hacia constar su condición de fotógrafo de la Real Casa. Hasta el
momento, no hemos encontrado ninguna que tenga como tema a Borja o a nuestra
zona, entre el elevado número de las que salieron de su empresa, antes de su
fallecimiento en Zaragoza el 4 de junio de 1930.
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