Tras haber efectuado un recorrido por
todas las revistas de índole comarcal que conservamos en nuestro archivo,
queremos finalizar haciendo mención a las que surgieron en nuestro Centro: El Boletín
Informativo y Cuadernos de Estudios Borjanos.
Fue en agosto de 1977 cuando apareció el primer número de nuestro Boletín. Una modesta publicación a multicopista que tenía 4 páginas que serían más en números posteriores.
La gran acogida que tuvo, a pesar de sus limitaciones, favoreció el que un año después, a partir del número 6, lo editáramos a offset, aunque con los textos mecanografiados en sus cuatro páginas.
Hubo un número especial, dado que, en
diciembre de ese año, decidimos editar la Memoria de Actividades que,
cada año, elaborábamos y remitíamos a la Institución “Fernando el Católico”.
Por razones no demasiado justificadas se decidió darle el número 9 del Boletín,
cuando en realidad no se ajustaba a las características que tenía esta
publicación periódica. Además, fue el único caso en el que la Memoria anual fue
publicada.
En 1980 se produjo un nuevo cambio. El
número 15, correspondiente a febrero de ese año, el Boletín adquirió un
nuevo aspecto, con sus textos fotocompuestos y con la portada y contraportada a
color (con una sola tinta). Tenía ocho páginas y nuestro propósito era que tuviera
carácter trimestral.
Para hacer frente a este nuevo formato,
Manuel Giménez y Manuel Gracia adquirieron a sus expensas una máquina de
fotocomponer, siendo Gerardo Arranz quien se encargaba de trasladar los textos
mecanografiados, haciendo uso de dicha máquina.
Al cabo de un tiempo, ese sistema se
comprobó que era inviable, por lo que decidimos encargar la fotocomposición y
la impresión a Cometa, la empresa con la que hemos venido trabajando durante
muchos años en perfecta sintonía.
Pudimos mantener, en buena medida, la
periodicidad trimestral, aunque en ocasiones hubo que recurrir a la publicación
de números dobles.
En 2000, el Boletín experimenta
un nuevo e importante cambio. Pasa a ser semestral, aunque manteniendo la
numeración doble, incrementando a doce el número de sus páginas y con la
portada y contraportada a todo color, aunque las páginas interiores siguieron
siendo impresas en blanco y negro, hasta que, a partir del número 123-124, del
primer semestre de 2009, todo el Boletín comenzó a ser publicado íntegramente
a todo color. Se convirtió así en una de las mejores revistas surgidas en
nuestra ciudad, tanto por la calidad de su presentación como por sus contenidos.
Fue, a finales de 2011, cuando con el
número 133-134 pusimos fin momentáneamente a la trayectoria del Boletín.
La razón fundamental para esta decisión fue que aquel año acababa de ser puesto
en marcha este blog que, en gran medida, venía a reemplazar al Boletín
en su misión de difundir nuestras actividades.
Representaba también un notable ahorro,
orientando el importe de lo que costaba su edición hacia la edición de otras
obras que, por entonces, habían comenzado a experimentar un notable incremento.
Hay quienes dudan de que fuera una
decisión acertada, dado que el soporte papel sigue teniendo un arraigo
importante y un carácter de perennidad del que carece lo que se publica digitalmente.
Por otra parte, las circunstancias sobrevenidas por las nuevas normas emanadas de la Diputación Provincial han supuesto un serio obstáculo para la edición de las diferentes colecciones que habíamos conseguido desarrollar e interrumpido nuestra perfecta sintonía con Cometa, que tanto había colaborado en el desarrollo de nuestro programa editorial.
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